Encuestas van y vienen en Nuevo León, pero la decisión recaerá en las 3.8 millones de personas convocadas a las urnas el próximo 6 de junio.
Te presentamos una radiografía sobre los comicios en Nuevo León.
Adriana Esthela Flores
La última elección para la gubernatura en Nuevo León mostró el hartazgo de su ciudadanía con el sistema de partidos. En un resultado inédito en la historia democrática, Jaime Rodríguez Calderón “El Bronco” llegó al cargo por la vía independiente. Seis años después, la entidad nuevamente está en disputa, en un proceso en el que el ingrediente principal es la incertidumbre.
Lourdes López, profesora de la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad Autónoma de Nuevo León recuerda que a lo largo de su historia política, el electorado neoleonés ha sido un laboratorio que marca tendencia en el voto.
Así lo hizo en 1997, cuando el PAN arrebató el estado al PRI, con Fernando Canales Clariond como abanderado. Seis años después, como sanción a Acción Nacional, el PRI volvió a ganar y retuvo la gubernatura por dos sexenios. Sin embargo, la cuestionada gestión de Rodrigo Medina dio un nuevo revés al partido. Ahora, en una contienda marcada por ataques entre sus principales aspirantes, la candidatura con más posibilidades de ganar aún no está definida.
“Lo que tenemos ahora en Nuevo León es un panorama de incertidumbre, si me preguntas quién creo que va a ganar, no sé. Como en otros procesos electorales, ningún candidato se puede sentir ya poseedor del triunfo electoral”.
Hay varios factores que jalan los reflectores hacia las elecciones en Nuevo León, que también renovará 51 alcaldías y 41 diputaciones. Uno de los de mayor peso es su relevancia económica. Es la tercera entidad con mayor aportación al Producto Interno Bruto nacional, con el 7.8 por ciento; exporta casi 42 mil millones de dólares en mercancías cada año y el PIB per cápita es de 17 mil 844 dólares, 88 por ciento superior a la media nacional.
Es también, la entidad más endeudada del país, con un monto per cápita de 15 mil 641 pesos. Es un estado clave por su ubicación estratégica, colindante con Estados Unidos, y alberga 3 mil 500 empresas extranjeras. En su territorio están asentados algunos de los principales grupos empresariales del país: Coca Cola-Femsa, Vitro, Cemex, Alfa, Banorte y Gruma.
De esta entidad, han salido tres titulares de Economía: Ildefonso Guajardo, Fernando Canales Clariond y la actual, Tatiana Clouthier. De ahí también es originario quien fue enlace del gobierno federal con la iniciativa privada: Alfonso Romo, ex jefe de oficina de la Presidencia.
Nuevo León es el tercer estado con mayor número de personas aseguradas, con 1.6 millones, y el ingreso mensual de las y los trabajadores es de 9 mil 802 pesos, superior al promedio nacional, de casi 7 mil pesos.
Por eso resaltan los movimientos de fichas que se han dado en el tablero político: la posibilidad de que, por primera vez, una mujer llegue al Palacio de Cantera, la entrada a la contienda de un proyecto de izquierda a través de Morena y el surgimiento de una tercera opción, en Movimiento Ciudadano.
La situación ha provocado que políticos se hayan mudado a Morena a pesar de no tener compatibilidad alguna con su ideología. Por ello, la académica Lourdes López considera que el 6 de junio en Nuevo León se vivirá la derrota del sistema de representación que han encabezado los partidos políticos.
“En Nuevo León se está jugando una estocada al régimen de partidos políticos para evidenciar que hemos transitado lamentablemente hacia un régimen caciquil, donde los políticos feudales usan las estructuras, los membretes partidistas para cubrir un requisito legal”.
Para la politóloga, más allá de los proyectos que tienen las y los aspirantes, la victoria estará determinada por la capacidad de cada partido para movilizar a sus bases.
Aunque son siete aspirantes, analistas aseguran que sólo cuatro tienen posibilidades reales de dar la pelea. Se trata de las candidaturas del PAN, Movimiento Ciudadano, el PRI en alianza con el PRD, así como Morena y el Verde, PT y Nueva Alianza.
Clara Luz Flores, historial priísta
La candidata de la coalición Juntos Haremos Historia fue militante del PRI durante 22 años. Bajo esas siglas gobernó en tres ocasiones el municipio de Escobedo, donde también gobernó su esposo, el también priísta Abel Guerra Garza. Su nominación en Morena provocó indignación entre la militancia y ha sido cuestionada por sus vínculos con Keith Raniere, líder de la secta NXIUM, y por las acusaciones de irregularidades contra su esposo, tanto en el gobierno de Nuevo León (en obras como el Arco Vial Sureste) y el favoritismo hacia una empresa de la que era socio en Escobedo. Su oferta para el estado es reactivar la economía, relanzar un plan de infraestructura y lograr la pacificación.
Adrián de la Garza, bajo la sombra de Medina
Al abanderado de la coalición Va Fuerte por Nuevo León lo persigue su papel como procurador de Justicia durante la gestión del ex gobernador Rodrigo Medina, quien fue vinculado a proceso en dos ocasiones por el desvío de más de 3 mil millones de pesos en el caso KIA. Ha sido alcalde de Monterrey en dos ocasiones. Sus propuestas incluyen crear un esquema propio de vacunación estatal contra la covid-19, crear un sistema de inteligencia y un programa de blindaje a la inversión y el empleo.
Samuel García, de polémica en polémica
El senador con licencia por Movimiento Ciudadano es la apuesta del partido para ganar la gubernatura. Antes de ocupar el escaño fue diputado local. La candidatura ha causado polémica por sus expresiones machistas (por las que ha tenido que ofrecer disculpas), comentarios discriminatorios y otras frases que han desatado burlas, como la ocasión en que, para hablar de esfuerzo, su padre lo hacía ir a trabajar los sábados en el golf o cuando calificó de “suelditos” ingresos de 40 a 50 mil pesos. Sus planes para la entidad incluyen cambiar el sistema de coordinación fiscal, crear un seguro de desempleo y una fiscalía especializada en feminicidios.
Fernando Larrazábal, el fantasma del Casino Royale
El abanderado del PAN ha sido diputado local y alcalde de San Nicolás de los Garza y de Monterrey. Su papel como presidente municipal de la capital fue cuestionado por el atentado al Casino Royale en el que murieron 52 personas. Él se defendió, igual que lo hizo cuando se difundieron videos de su hermano recibiendo pagos de los casineros. También fue encargado del proyecto de la Biblioteca Vasconcelos, durante el sexenio de Vicente Fox, que tuvo que ser cerrada varios meses por irregularidades en su construcción. Sus propuestas para la entidad incluyen un sistema integral de movilidad, la creación de un organismo para medir la calidad del aire y un plan de reactivación económica emergente.
Carolina Garza, del Partido Encuentro Solidario, Daney Siller, de Redes Sociales Progresistas, y Emilio Jacques Rivera, de Fuerza por México, son los otros aspirantes que estarán en la boleta.
Voces ciudadanas. Las expectativas de los neoleoneses
La cercanía del poder político y el económico han marcado las administraciones estatales. Así lo dice Guillermo Martínez Berlanga, empresario originario de Hualahuises, la zona citrícola de la entidad.
Con 40 años en la industria metal mecánica, el ambientalista señala que son los empresarios los que mueven sus fichas dentro del poder público, a través del Consejo Nuevo León, un organismo transexenal que desde 2014 diseña los planes de desarrollo estatales.
“Yo no veo a ninguno que tenga independencia del poder económico y eso es grave, y segundo, que no entienden el problema ambiental, porque de ahí deriva falta de recursos, erosión, desfertilización y la miseria. No veo que ninguno de los cuatro entienda el problema y segundo, que lo quieran enfrentar. Vamos a cambiarle el nombre a Nuevo León y vamos a ponerle Empresa Nuevo León S.A., manejada por el Consejo Nuevo León, y nos ahorramos diputados, secretarios, burócratas y ya”.
5 millones 784 mil 442 personas viven en Nuevo León que, a pesar de su alto nivel económico, tiene contrastes. El 14.5 por ciento de su población vive en situación de pobreza. El grado de marginación es tal que mientras el área metropolitana tiene un índice de desarrollo humano similar al de la Ciudad de México, la región sur tiene los niveles de Chiapas, el estado más pobre del país.
La colonia Independencia, ubicada al sur de la capital, cuna de Celso Piña y considerada como “el barrio bravo” de la ciudad por los niveles de violencia es una muestra de la desigualdad que padecen miles de neoleoneses.
Allí vive Erika Charles, de 40 años de edad. Para la estudiante de Filosofía, quien además es dueña de una tienda de productos agrícolas y madre de dos hijas, la situación en el estado no cambiará, solo habrá un reacomodo de fichas, incluidas las del crimen.
“También aquí va a haber cambios en cuanto a las plazas, eso es algo que la gente del barrio lo sabe, todos los barrios lo saben, Sierra Ventana, la Campana, es hipocresía que candidatos digan que van a combatir el narco, ellos son el narco, lo único es que van a cambiar de bando”.
Integrante de un movimiento vecinal que busca impedir la gentrificación de su colonia, advierte que desde hace años diversos proyectos urbanos ponen a esta zona en la mira por su ubicación estratégica, por lo que, de concretarse, muchas personas tendrían que irse.
“Va a haber mucho desplazamiento porque cualquiera, todos tienen la misma línea de redensificar la capital, ahí es donde va a haber mucho desplazamiento”.
A 15 años de la llamada “guerra contra el narcotráfico”, Irma asegura que ahora viven una situación distinta; sin embargo, la violencia persiste. El reporte anual 2020 del Observatorio de Seguridad y Justicia reportó que el año pasado aumentó la incidencia de casos en 8 de 21 delitos. Además, solo tres de cada 10 personas que viven en la entidad dijeron sentirse seguras.
La situación más alarmante la enfrentan las mujeres. Nuevo León es el sexto estado del país con mayor número de feminicidios, el cuarto en violaciones y el segundo en incidencia de abusos sexuales. Además, el Congreso aprobó en 2019 una ley que penaliza el aborto.
Irma Alma Ochoa, una de las voces más representativas del feminismo en Nuevo León, acusa que ninguno de las y los candidatos tienen propuestas para solucionar esta problemática.
“Al parecer la soberanía no reside en el pueblo porque no se escucha a las mujeres que somos la mitad ni a las mujeres que son madres de la otra mitad. Quizás las promesas aumenten las urnas pero mientras las propuestas estén sostenidas por pinzas, mientras no cambiemos cultura machista, esta violencia va a seguir imperando”.
Las agendas de las y los candidatos incluyen crear guarderías, una fiscalía especializada en feminicidios y centros de atención para las mujeres. Para la fundadora de Arthemisas por la equidad hay dudas sobre si estos proyectos fueron hechos con perspectiva de género.
Encuestas van y vienen, pero la decisión recaerá en las 3.8 millones de personas convocadas a las urnas quienes, como ha ocurrido en otras elecciones, podrían dar una sorpresa.