Los empleados subcontratados tuvieron que haber sido incorporados a la nómina de la empresa para la que laboran.
IMER Noticias
Este miércoles entró en vigor la reforma al “outsourcing”, tras un mes de prórroga.
A partir de este 1 de septiembre, todos los empleados subcontratados deben estar la nómina de la empresa para la que laboran, a menos que desempeñen servicios especializados.
De ahora en adelante, la subcontratación laboral o simulación de los servicios especializados se equipara a delito de defraudación fiscal, el cual puede ser castigado hasta con nueve años de prisión.
Además, los contratos de tercerización deben estar registrados en el padrón público operado por la Secretaría del Trabajo, para que las facturas puedan ser deducidas y se acredite el Impuesto Sobre la Renta y el IVA.
Las empresas que no cuenten con este registro, podrán ser sancionadas con una multa de hasta 4 millones 481 mil pesos, la más elevada en la historia de la legislación laboral en México.
El personal está en el centro
Desde el año pasado, la figura del outsourcing (subcontratación laboral) había estado en medio del debate nacional, tras la iniciativa del gobierno de México que busca combatirla y poner en el centro a las personas trabajadoras, bajo el argumento de que en la mayoría de lo casos las empresas omitían el pago de prestaciones y reducían el pago de salarios a un nivel nunca visto.
Datos del Censo Económico 2019 del Inegi revelan que en 2018 había 4.68 millones de personas trabajando bajo el esquema de outsourcing, equivalente al 17.27% del personal ocupado total, principalmente en industrias manufactureras con 1.16 millones de personas; comercio al por mayor, con 1.03 millones, y servicios de alojamiento temporal y de preparación de alimentos y bebidas, con 434 mil personas.
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