Históricamente, las desapariciones han marcado al estado de Guerrero. Desde la década de los 60 los casos se han acumulado principalmente en las zonas de Atoyac de Álvarez y Chilpancingo.
Rosendo Radilla fue detenido en un retén del Ejército el 25 de agosto de 1974 y desde entonces su familia no supo de su paradero.