Pese a la crisis económica y sanitaria, México es un país atractivo y resiliente con instrumentos como el T-MEC para detonar proyectos de inversión, consideraron empresarios e industriales entrevistados.
Ángel Martínez
Aunque el Fondo Monetario Internacional (FMI), la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) estimaron que el crecimiento económico de México será de 3.8 por ciento para el año entrante, empresarios e industriales dibujaron un escenario poco alentador para el sector productivo nacional. No obstante,se mostraron colaborativos con el gobierno federal.
Estiman que entre los retos para el 2021 se encuentra el comportamiento de la pandemia por Covid-19 y la aplicación de la vacuna; el desarrollo civilizado de las elecciones intermedias del 6 de junio; evitar la quiebra de más empresas y el despegue del comercio y exportaciones ligadas al T-MEC; así como la recuperación del empleo, el comportamiento de los petroprecios y el futuro de la figura del outsourcing.
Para el analista económico de la UNAM, Manuel Pérez Cárdenas, la situación será crítica y complicada por la quiebra de empresas productivas y debido a los más de tres millones de desempleados que existen en fábricas y negocios, principalmente en Quintana Roo, Baja California, Campeche, Colima, Nuevo León, Sinaloa y Tabasco.
«Tomando en cuenta la muerte de empresas y demás, estamos en una situación sin duda crítica. Así que hablar de un crecimiento del 3.5 del PIB en el 2021, pues es a partir de una condición de deterioro brutal de la economía en el año previo.»
Manuel Pérez Cárdenas, analista económico de la UNAM
A principios de diciembre, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) reveló que más de un millón de micro, pequeñas y medianas empresas quebraron ante la falta de solvencia y liquidez generada específicamente por la emergencia sanitaria.
La Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra), calcula que la recuperación económica tardará 29 meses.
Menos pesimista, José Manuel López Campos, dirigente del comercio organizado del país, sostuvo que existe resiliencia para que el año entrante se de vuelta de página a los desafíos más complejos como son la cobertura para la aplicación de la vacuna, los comicios intermedios y la pronta recuperación económica.
«No se va a poder hablar de una verdadera recuperación cuando existe riesgo latente y cuando no puede la planta productiva trabajar a capacidad. Hoy de lo que estamos hablando es de una reactivación económica, que no es lo mismo que una recuperación económica. Se están reactivando las actividades del comercio, los servicios del turismo, la industria y el sector agropecuario, que no paro en ningún momento que es una actividad esencial para el funcionamiento de cualquier sociedad», apuntó.
En el mismo tono, José Luis de la Cruz, director del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC), estimó que en el sector industrial habrá una recuperación del 6.8 por ciento, principalmente en el sector manufacturero y energético.
«En la producción industrial sí estamos pensando un crecimiento que pudiera ser hasta del 6.8 por ciento. Esto fundamentado sobre todo en la parte de manufacturas, un mejor desempeño en la generación, transmision y distribución de energía eléctrica. Y parece que se ha contenido la caída que se había observado en el sector minero, principiante en la extracción de petróleo y gas.»
José Luis de la Cruz, director del IDIC
La gran apuesta de los empresarios y del propio gobierno federal se encuentra en el comercio y las exportaciones del T-MEC.
Los datos oficiales más recientes indican que la balanza comercial de nuestro país tuvo un superávit de 6 mil 224 millones de dólares como resultado de la fortaleza de las exportaciones mexicanas.
Sin embargo, el empresario José Medina Mora, quién el próximo uno de enero tomara las riendas de la Coparmex, dijo tener certeza de que el gobierno federal no brindará apoyos, ni tampoco incentivos fiscales a las empresas para elevar la actividad productiva.
«El gobierno no va a ayudar a las empresas, ni con el diferimiento de pagos de impuestos. No va a haber incentivos fiscales para favorecer las inversiones,no va haber deducibilidades adicionales.»
Jose Medina Mora, próximo presidente nacional de Coparmex
Ángel García-Lascurain, presidente del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF]), nos comentó que el empresariado se enfrentará el año entrante a una falta de condiciones propicias para la inversión y se moverá en un entorno donde habrá debilidad financiera. Confío además que se regulará sin mayores complicaciones el esquema del outsourcing.
«Nosotros seguimos viendo una recuperación muy frágil, una recuperación sujeta a una serie de riesgos, y pensamos que los factores mas relevantes que estarán presentes el próximo año es, primero, continuará la debilidad estructural de las finanzas publicas. Conforme el crecimiento económico demore más en ocurrir, en acelerarse, esta debilidad de finanzas publicas continuarán impactando por la vía recaudatoria. Es un tema que nos preocupa y que podría tener un impacto también importante sobre la estabilidad macroeconómica del país.»
En términos generales, los entrevistados consideran que pese a la crisis económica y sanitaria, México es un país atractivo y resiliente con instrumentos como el T-MEC para detonar proyectos de inversión y acuerdos gubernamentales para consolidar importantes obras de Infraestructura, donde colabora el empresariado nacional.