En una crisis sin precedentes, más de 10 millones de trabajadores del sector informal dejaron de laborar.
Adriana Esthela Flores
En una crisis económica sin precedentes, la pandemia por Covid-19 provocó que casi 13 millones de personas en México perdieran su trabajo.
Según los resultados de la Encuesta Telefónica de Ocupación y Empleo, publicada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), el desempleo total aumentó de 7.7 millones a 22.1 millones de personas; de este total, entre marzo y abril, perdieron su vínculo laboral 12.5 millones de personas, el equivalente a la población de ciudad de México e Hidalgo. Una situación crítica, explicó María Ayala, coordinadora de Investigación de Acción Ciudadana Frente a la Pobreza: <<A las familias les pasaron 2 cosas: o se quedaron sin ingresos y quien pudo mantener su trabajo se redujo considerablemente el ingreso. Son cifras muy alarmantes>>.
El sector más afectado fue el de micronegocios, donde 8 millones de personas perdieron su empleo. Le sigue el de pequeños establecimientos, con 2.3 millones de trabajos menos; el de medianos, con 500 mil y en los grandes, 1.3 millones. Lo más grave, destacó la investigadora, es que, al igual que en otras problemáticas, la pandemia puso en evidencia la precariedad del sistema laboral.
<<Ya había personas que no tenían ingreso para canasta básica y personas sin seguridad social, sin contrato estable. Si soy persona asalariada y me dicen quédate en casa, no tengo para pedir liquidación si me corren, me deja a la buena voluntad de quien me contrata. Ha venido a destapar que el trabajo era ya de por si precario. México esta en el quinto peor lugar solamente arriba de Centroamérica y Venezuela cuando somos una de las economías mas grandes y dinámicas de la región>>, señala María Ayala.
“La nueva Nostalgia” es una de las agrupaciones veteranas de la música cubana en México. Sus integrantes han alternado con leyendas del son y la salsa, como Willy Colón, Óscar de León y Celia Cruz, entre otros. Pero desde marzo, el Covid-19 frenó las contrataciones y ahora, Guillermo “Willy” Trejo, uno de sus integrantes, está formado afuera de las oficinas de empleo de la Ciudad de México para solicitar apoyo económico.
El lunes son más largas las filas afuera de esta oficina, ubicada en el centro de la capital mexicana. Hay hileras para el sector del que proviene cada solicitante (mercados, eventuales, agricultores, indígenas, refugiados) o el tipo de información requerida (referencias bancarias, aclaraciones, pagos preliberados). Aquí llegó Alberto Martínez, cuyos trabajos en varias empresas constructoras son muestra de la precariedad laboral en México.
Una funcionaria gubernamental explicaba a Arturo, de 34 años de edad, el proceso para tramitar el apoyo para el desempleo. Acá, en la calle, se repiten las quejas que decenas de usuarios publican en las redes sociales del gobierno: el retraso en pagos o en la publicación de las listas de personas beneficiadas.
<<Ya lo ingresé, pero me traen vuelta y vuelta y venia a checar y ahorita me dijeron lo mismo que hace un mes y me dijeron que volviera a checarlo en página>>, cuenta Arturo.
El seguro de desempleo que opera regularmente en la ciudad se agotó hace tres semanas tras alcanzar el número estimado de beneficiarios, 48 mil 801 personas. Por ello, se tuvo que lanzar un nuevo apoyo para dar cobertura económica a quienes perdieron su trabajo durante la pandemia, explicó Oscar Ortiz Milán, director de empleo de la Secretaría de Trabajo y Fomento de la Ciudad de México.
<<Se tenía una meta de 48 mil 800 personas. La expectativa era que, a lo largo del año, la demanda se incrementó y se cubrió en los primeros cinco meses del año, fue superior a lo esperado>>, reconoce.
El programa consiste en la entrega de mil 500 pesos mensuales por dos meses, para sumar tres mil pesos. Las autoridades dispusieron un presupuesto de 100 millones de pesos para un estimado de poco más de 33 mil personas beneficiarias, de las que 25 mil ya lo solicitaron.
Después de 13 años de trabajo en un diario nacional, la fotoreportera y madre de una niña, Nelly Salas fue despedida a principios de mayo. Un lunes, por la mañana, le avisaron que tenía que presentarse en Recursos Humanos. <<Me entró una angustia muy fuerte de pagar departamento, colegiaturas de mi hija, todo eso fue muy estresante.>>
Nelly forma parte del grupo de más de un millón de trabajadores del sector formal que han quedado desempleados. Tan solo de enero a marzo, perdieron si trabajo 683 mil trabajadores permanentes y 346 mil eventuales. La cifra es el triple de empleos que se lograron en todo el año pasado.
Para la economista independiente, Norma Samaniego, esto refleja que el empleo está en el centro de la emergencia <<Esta es una crisis muy singular, de magnitud sin precedentes y que ha tenido impacto dramático en el empleo en todo el mundo,>> afirma.
Durante el Foro “Empleo y Covid19” organizado por el Seminario Universitario de la Cuestión Social, la experta destacó que uno de los datos más sorprendentes es la caída del empleo en el sector informal, donde ocurrió algo que nunca se había visto: el desempleo de más de 10 millones de personas.
NORMA INFORMAL
Hemos estado deseosos de que bajara la tasa de informalidad y no lo había hecho de forma tan dramática pero lamentablemente en esta ocasión no es por una buena razón, no es porque parte de informales hayan pasado a informalidad sino porque simplemente salieron de fuerza de trabajo. La población más afectada fueron las y los jóvenes de 20 a 30 años de edad y el 98 por ciento de los despidos se ubicó entre quienes ganaban 370 pesos al día
Moisés Blanco, editor de video y padre de un hijo, también quedó fuera del mundo laboral a sus 36 años de edad. Tras llegar a México en 2010, después de estudiar en Rusia, se dedicó a diversos trabajos en modalidad de freelance. Tenía dos años trabajando para una empresa como empleado tercerizado, es decir, “outsourcing”, hasta que un jefe que no conocía lo llamó a finales de abril.
<<El outsourcing es una figura fantasma y eso es lo feo: ese trato de que de repente son como wow, el gran equipo, la gran empresa y de repente nadie te responde,>> dice Moisés.
Pablo Lezama, director de la Asociación Mexicana de Empresas de Capital Humano (AMECH), sostiene que la tercerización es una de las maneras para acelerar la reactivación laboral en el país. De hecho, destacó que en mayo, las empresas asociadas contrataron a 4 mil 600 personas y el año pasado, lograron 170 mil puestos de trabajo. Sin embargo, se calcula que en el país hay 8 millones de personas subcontratadas de manera ilegal.
<<Es un problema serio porque el gobierno no va a recibir los recursos que debería recibir y trabajadores no van a tener los derechos que deben tener,>> asegura. Y añade que <<el problema del trabajo en México es que el 60% es informal y 40% formal, y además le sumas que dentro del trabajo formal hay una enorme evasión de las cuotas de seguridad social e impuestos, el problema es más grave>>.
Bajo esta premisa, organizaciones sociales respaldaron la iniciativa de 124 legisladoras y legisladores de 6 bancadas que propusieron un ingreso vital para las personas que perdieron su empleo. El apoyo consiste en una entrega no condicionada de 3 mil 746 pesos mensuales durante, al menos, tres meses. Más que la protección económica, lo más importante, señaló la investigadora María Ayala, es evitar la pobreza alimentaria.
<<Esto va a pasar, digamos, el confinamiento, las cosas se van a reactivar pero los nutrimentos que no reciba un niño o niña hoy no pasa, eso es permanente y eso va a acumulando esta pobreza y que reduce movilidad social. Y en esto también contará la resistencia…>>
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