Como un reconocimiento a su trayectoria, a su influencia social y su contribución a todo lo que es más importante: los valores humanos, la escritora mexicana Elena Poniatowska recibió la Medalla de la Universidad de Varsovia, Polonia.
Juan Carlos Valdés
Para un escritor y también para un periodista, nada mejor que escuchar relatos de vida, afirmó la escritora mexicana Elena Poniatowska al recibir de manera virtual la Medalla de la Universidad de Varsovia, Polonia en reconocimiento a su trayectoria
“Polonia, como ustedes lo saben es nuestra nación hermana, por eso mismo siempre México está feliz de recibir a los polacos, les parecen más simpáticos creo que los rusos. Bueno estos polacos sobresalientes le han entregado a nuestro país los mejores años de su vida y demuestran con su creatividad y que México hizo bien en abrirles los brazos en recibirlos”.
La autora de La noche de Tlatelolco, Tinísima, El tren pasa primero y La piel del cielo, se ha destacado por saber dar voz a los marginados, señaló Alojzy Z. Nowak, rector de la universidad de Varsovia
“Se dedica a lo que es más importante, lo más bello a las humanidades: a la suerte de seres humanos, a la suerte de la mujer mexicana, pero no solamente mexicana y a todos los que por distintas razones, sin tener culpa alguna, viven peor que otros.
Es una medalla de reconocimiento de sus logros profesionales, pero también es un reconocimiento de su influencia en el desarrollo social, en la educación de los jóvenes y en todo lo que en la vida terrestre es lo más importante, es decir los valores humanos”
Descendiente de la aristocracia polaca del rey Estanislao II, Poniatowska nació en Francia y a los 10 años llegó a México. En la ceremonia recordó a polacos que llegaron exiliados a nuestro país durante la Segunda Guerra Mundial.
“Es común que un escritor hable de literatura, y puedo contarles que desde haber nacido francesa me volví mexicana de corazón y es a México al que le debo todo, todo lo que soy. Le debo mis hijos, le debo mi vocación, mi amor y mi futura muerte”.
La medalla fue otorgada por el Instituto de Estudios Ibéricos e Iberoamericanos de la Universidad de Varsovia, en una ceremonia en la que también estuvieron presentes el rector de la Universidad Nacional Autónoma de México, Enrique Graue y el embajador de México en Polonia Alejandro Negrín.