A lo largo de los años, las distintas voces reunidas en los libros de Elena Poniatowska recrean el mito de que nació junto a una princesa en Francia hasta convertirse en una reconocida escritora.
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Carolina López Hidalgo
La escritora Elena Poniatowska tiene múltiples personalidades: la trabajadora, la comunista, la ferrocarrilera, la soldadera. También, es madre de los hijos desaparecidos en Tlatelolco, de los encarcelados. Es Elena Garro, Nahui Ollin, Leonora Carrington, Tina Modotti, y Jesusa Palancares.
El 19 de mayo celebramos a la mujer que nació en Francia en 1932, con el título de princesa Héléne Elizabeth Louise Amelie Paula Dolores Poniatowska Amor. Ella llegó a México en 1942 en el barco El Marqués de Comillas.
Su familia viajó y dispersó por el mundo. Desde entonces la transfiguración que vivió le hizo imaginar un mejor futuro, un mejor espacio y una mejor vida. Aprendió español en la calle, con los gritos de los pregoneros y los cantos infantiles que evocaban la muerte.
“María, María ya se acostó vino la muerte y se la llevó o esta que es aún más aterradora cuchito, cuchito, mató a su mujer con un cuchillito del tamaño de él, le sacó las tripas y las fue a vender mercarán tripitas de mala mujer”.
Para el editor de varios libros de Poniatowska, Braulio Peralta la riqueza de su obra está en rescatar el lenguaje de México.
“Conocedora de las palabras de México que cuando llegó las apropió, las hizo suyas y los mexicanos nos reíamos. No eran inventadas, le debemos el ejercicio de la palabra, el conocimiento de lo olvidado en México trasnochado que estaba encerrado en los círculos más oscuros de un país los mexicanos”.
Desde el periodismo en el que incursionó en 1953 en Excélsior, Elena pudo conocer y reconocer a los habitantes de un México ambiguo. Entre la pobreza cargada de oficios: el afilador, las lavanderas, el pepenador, las costureras, el lechero, hasta la riqueza entre políticos, artistas y empresarios.
Elena Poniatowska, entusiasta mujer de izquierda comprometida con las causas justas, es autora de obras emblemáticas de la literatura mexicana en cuyas páginas da cuenta de la historia reciente de México.
Hoy celebramos su obra, sus aportes y sobre todo su vida. #Elenísima90Años pic.twitter.com/hNg6iRt354
— Secretaría de Cultura (@cultura_mx) May 19, 2022
Elena y su amor a México
Sus sentidos la llevaron a conocer el México al que llegó. El diarismo es el oficio que le da todos los elementos para su creación y su desarrollo.
“Soy periodista, es difícil para mí ser juez porque soy parte. Yo siento que le debo todo al periodismo, el periodismo me enseñó todo lo que yo sé de México. Tuve la suerte de conocer a grandes periodistas. No hago tanta diferencia entre escritores y periodistas. No siento que los escritores sean tan superiores como se dice, Los escritores, pues recogen la realidad de su propia vida y la vida de otros”.
Un compromiso con el que logró quitar el silencio de siglos de olvido y marginación, como se aprecia en el libro “Hasta no verte Jesús Mío” una obra basada en la vida de Jesusa Palancares.
“Es la historia de una mujer que oí en un lavadero hablar, me fascinó, me sedujo. Yo la quise seducir es un libro basado en ella claro convertido en una novela es una inmensa entrevista y era una mujer del campo que sufrió muchísimo, que fue soldadera de la revolución, la soldaderas les decían colchón de tripas del Capitán o de los soldados, una bola de adjetivos antiguos, luego ya se publicó hasta no verte Jesús mío, que es un brindis, me he hecho esta copa hasta no verte, Jesús mío”.
Elena ha sido una de las pocas mujeres cronistas de este país, ha narrado los acontecimientos que han marcado a los mexicanos. Es una juglar del momento que le tocó vivir, como retrata en “La noche de Tlatelolco “aseguró la escritora Rosa Beltrán.
“Elena ha escrito en los distintos géneros el testimonio de lo que ha sido este país en los siglo XX y XXI. En esa gran obra “La Noche de Tlatelolco” y este concierto coral, que Carlos Monsiváis dijo en el momento en que apareció que cambió para siempre la historia del testimonio del cuadro costumbrista a estas voces corales que ella capturó para siempre de un momento histórico”.
Elena Poniatowska, Elenísima, cumple 90 años de llenar este mundo de humor, belleza, desenfado y crítica. Muchas felicidades @Eponiatowska, todos los abrazos del mundo para ti. pic.twitter.com/5Alyd9ZMhP
— Alejandra Frausto (@alefrausto) May 19, 2022
Para Elena Poniatowska ese libro surge tras el impacto de mirar los zapatos apilados en una calle manchada de sangre, de escuchar los sollozos de las mujeres y el visitar en la cárcel a los presos políticos.
“Era un paisaje después de la batalla. Todavía estaban los tanques a los soldados y los que más me impresionó fue la cantidad de zapatos que te daba la idea de una guerra, de que la gente había escapado como podía. A partir de ese momento empecé a recoger todos los testimonios, les tengo que rendir una homenaje a María Alicia Martínez Medrano porque ella me trajo a Margarita Nolasco quién perdió a su hijo. Pasó toda la noche gritando su nombre frente a todos los muros y luego después muchos domingos acompañada por Guillermo Haro al reclusorio”.
Elena nos muestra la otra vida de las mujeres que le han interesado y que no tenían cabida en la vida, como la de Rosario Ibarra de Piedra, Jesusa Palancares, Oriana Fallaci, pero también a las costureras y las indígenas de Chiapas. En sus textos da voz a las mujeres que quisieron callar
“Yo me siento muy cercana a las mujeres porque yo veía que a las mujeres nadie les hacía ningún caso, sobre todo en el periodismo en la pintura si le hacían caso, por ejemplo a Leonora Carrington a Remedios Varo desde luego Frida Kahlo que está en todas partes”.
El amor en su obras
En el libro “El amante polaco”, Elena nos platica lo que fue ser mujer en los años 50 y 60. Una especie de crítica social en la que muestra los abusos que también sufrió, explica el periodista Braulio Peralta.
“En el amante leo tres palabras; el catre, la amenaza y el ataque que se está refiriendo a la vejación por parte de Juan José Arriola nuestro fabulista extraordinario que por ser extraordinario no le quitaba ser un macho de aquella época; que ella se tardó tanto años en contar esta historia para no afectar a su hijo”.
Para Braulio Peralta el trabajo de Elena Poniatowska fue doble ante la crítica constante de la élite de escritores que despreciaron su trabajo narrativo en el que dio voz a un país que lloraba.
“Que no le gusta mucho a los escritores que son exquisitos que creen que la ficción es la neta divina de la existencia cuando Pniatowska ya hoy es moda después de que hay premios Nobel que han ganado con su trabajo periodístico de cronistas. A mí me impresiona que en México despreciamos un oficio que desde el siglo 19 a la fecha trae una tradición que es el trabajo del cronista del reportero que se ocupa de los trabajadores, de las mujeres, de la corrupción, de la violencia y del narcotráfico”.
Aun así, Poniatowska logró cosechar reconocimientos nacionales e internacionales. Fue dos veces galardonada con el Premio Mazatlán, obtuvo el Nacional de Periodismo, el Manuel Buendía a la trayectoria periodística.
Además, recibió los premios Iberoamericano de Narrativa Proartes, el Alfaguara de Novela, el Nacional de Ciencias y Artes, y el Premio Cervantes. Pero, sobre todo, el cariño de sus compañeros como el de Octavio Paz, Carlos Fuentes, José Emilio Pacheco, Carlos Monsiváis, y Gabriel García Márquez.
¡Feliz cumpleaños, @Eponiatowska! 🥳👏#Elenísima90Años ✍️ pic.twitter.com/sVpm0X4DBk
— Secretaría de Cultura (@cultura_mx) May 19, 2022
Elena y el periodismo
Para Rafael Barajas ,”el Fisgón”, Elena Poniatowska es un parteaguas en el periodismo.
“Yo sí creo que deberíamos tener claro que el periodismo fue uno antes de Elena y otro después de Elena eh, este personaje que ha construido Elena de que es una mujer, así como ingenua que perdón detrás de eso hay una inteligencia absolutamente extraordinaria”.
Con sus libros ha tocado casi todos los géneros y son “la respuesta de todas sus preguntas”. Pero, es el amor a un país al que le debe todo.
“Que desde 1953 además de crónicas y entrevistas he escrito novelas y cuentos a pesar de haber nacido francesa, me volví mexicana de corazón y es a México a quienes debo todo lo que soy, le debo a mis hijos les debo mi vocación, mi amor y mi futura muerte”.
El 23 de abril del 2014 al recibir el Premio Cervantes, Elena Poniatowska, evocó al Quijote y Sancho Panza, dos hombres que lucharon contra los molinos de la injusticia y recrearon un mundo menos cruento.
De ahí su esperanza de regresar de la mano del Quijote para reconocer a las nuevas generaciones de escritores.
“Me enorgullece caminar al lado de los ilusos, los destartalados los candorosos que soy un evangelista después de Cristo que pertenezco a México y a una vida nacional que se escribe todos los días y todos los días se borra porque las hojas de papel de un periódico duran un día pretendo subir al cielo y regresar conservantes de la mano para ayudarlo a repartir como un escudero femenino premios a los jóvenes”.
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