A propósito del Día Mundial del Libro, platicamos con dos autoras sobre sobre su relación con la literatura.
Escucha la conversación con Alexandra Délano y Camila Sosa Villada.
Redacción IMER Noticias
Los libros siempre han sido un refugio y un lugar para aclarar la mente, aseguraron las escritoras Alexandra Délano y Camila Sosa Villada, durante una mesa de diálogo a propósito del Día Mundial del Libro y del Derecho de Autor.
Sosa Villada, quien también es actriz, comentó que su acercamiento con la literatura siempre es bueno y lo calificó como un refugio.
«Una se siente a salvo. No debe ser diferente a lo que siente un orfebre cuando hace sus joyas o una cocinera cuando se pone a cocinar. Para mí es algo muy natural, yo no entiendo la vida de otra forma.»
Alexandra Délano, quien además es investigadora, académica y editora, resaltó que en el último año, en el contexto de la pandemia, leer y escribir se convirtió en un espacio fundamental para encontrar nuevos caminos y nuevas respuestas.
«He leído de otra manera, para mí, la pandemia ha sido un momento de entrar en otro tipo de silencio y de escuchar de otra manera: escucharme a mí misma y escuchar lo que está sucediendo a mi alrededor […], siento que leí con otra consciencia y con otra búsqueda.»
Brotes de poesía en el encierro
Durante la primera ola de la pandemia por Covid-19, Alexandra Délano empezó a escribir y a tomar fotografías, lo que dio origen al poemario Brotes, una publicación en la que habla sobre el duelo y la esperanza.
«El libro es una conversación, son muchas voces de lo que he vivido en la pandemia en relación con mis hijos, sus preguntas, pero también pensando en una situación que es global. Yo que soy mexicana y vivo en Estados Unidos vivo muy de cerca lo que está pasando en México y aquí.»
Alexandra consideró que después de la pandemia el libro tiene que seguir siendo nuestro espacio para encontrarnos, para conectarnos, para dialogar.
Los ecos de Las malas
Camila Sosa Villada es autora de Las malas, novela que en año y medio lleva ocho ediciones y 16 mil ejemplares vendidos. Por este libro, recibió el Premio Sor Juana Inés de la Cruz de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara en diciembre pasado.
La actriz y escritora argentina se refirió al impacto que ha tenido el libro entre la comunidad trans, particularmente para las niñas que están atendiendo qué sucede en el mundo.
«Yo siempre trato de traicionar la idea de que puedo representar a alguien. Yo entiendo que no es tanto la historia, lo que se cuenta en el libro, sino el libro en sí como un artefacto que dice que hay otros horizontes en la vida de las travestis, que no es el que yo heredé o el que heredaron travestis que me predecedieron a mí, que tienen que ver con la prostitución, con la pobreza, con la soledad, con la marginación.»
Al respecto, comentó que en los meses recientes ha tenido menos tiempo de escribir, pero no es por la pandemia sino a consecuencia de éxito que ha obtenido por su libro.
«Me siento muy reclamada por los medios. Tengo menos tiempo de escribir y de hacer ese detenimiento antes de escribir, como desconcentrarse del mundo y ya meterse al mundo que uno está haciendo con las palabras.»