Pasaron nueve años desde el primer campeonato, con un ataque sólido en contra del Manchester.
Jorge Villordo
El Chelsea derrotó al Manchester City para ganar su segunda Liga de Campeones de Europa con un futbol efectivo, un ataque sólido y una defensa fuerte que logró nulificar al cuadro del español de Joseph Guardiola, que se quedó una vez más en la orilla.
El City no fue la aplanadora en la Premier League. Desde el arranque, los delanteros ya inquietaban el arco Citizen. Chelsea era más, Kanté dominaba el medio campo, Foden le ponía picardía y De Bruyne el talento.
Fue una jugada de velocidad de Mount que filtró al chico Havertz cerca del medio campo, el alemán salió habilitado por Rubén Díaz, superó a Ederson y ante el arco vacío hizo estallar de júbilo al Estadio del Dragón, en Portugal.
Esta es laegunda Champions para el Chelsea, un campeeonato merecido como el de 2012, con un juego en equipo clave.
Thomas Tuchel, su entrenador, alzó La Orejona con seis meses en el cargo, ante un aforo limitado de 14 mil 10 aficionados. El director técnico curtido en el futbol teutón puede presumir que sólo perdió cinco de sus 30 partidos en el cargo, que ya le había ganado al City, y que ya le llaman “el Rey de Europa” y “el rey del continente”.