Con la réplica del antimonumento 43 + 1 Formosa, Argentina, fue la primera ciudad de Sudamérica en sumarse a la red de antimonumentos mexicanos.
Escucha el Especial: El antimonumento que unió a Sudamérica a la lucha por los desaparecidos de México: el “43+1” de Formosa, Argentina
Adriana Esthela Flores
Al centro de la escena, con la canción del grupo Locomía de fondo, “El Fede” o “El Gordo”, como cariñosamente le llaman sus amigos, es quien lleva la batuta en un improvisado baile que realiza junto a tres compañeros. Él es quien dirige la coreografía, marca los pasos mientras una amiga los graba en lo que parece ser una recámara.
Es agosto de 2008 y en unos meses más, el hincha de River Plate criado en Formosa, Argentina, estará en México para lograr uno de sus mayores sueños: trabajar como chef cerca de una playa.Y lo hará con el ánimo divertido y optimista que lo vuelven el alma de la fiesta, como lo recordarían más tarde sus amigos, durante un acto público en la provincia argentina, para exigir su regreso.
“Me acuerdo que si hay alguien que en esa época me levantaba el ánimo, en la que recién daba mis pasos en la actuación era “El Gordo” Tobares, él tiene esa cualidad que no te permitía estar bajoneado, tenía una sonrisa contagiosa, nunca lo ibas a ver deprimido”. Carlos Litkar.
“El Gordo” tenía una forma de poder en caja, era a través de un gesto que hacía estiraba el dedo índice y decía a vos, pichoncito, a vos pajarito, yo te enseñé a volar, de acá saliste volando”. Josefina Copes.
Cuatro años después de su llegada a tierras mexicanas, el 5 de junio de 2013, Federico Tobares desapareció en Guadalajara, Jalisco. Había llegado ahí desde Puerto Vallarta, después de que -según testimonios- iba a entregar un vehículo a su jefe.
La última llamada telefónica que tuvo con su amiga Verónica, fue a las 12:32 del mediodía. Después, no se supo nada de él. A los pocos días, un grupo de amigos difundió un video para pedir ayuda para buscar a Fede. Dos años después, la búsqueda de Tobares se unió a otra ubicada a más de 6 mil 700 kilómetros de distancia: la de los 43 normalistas desaparecidos de Ayotzinapa.
“En el momento que nos enteramos de la desaparición de Federico y conscientes de una coyuntura mexicana que se vivía en ese momento, de un montón de desaparecidos más, rápidamente decidimos montar como una estrategia de visibilización del hecho… Se nos planteó la necesidad de que sea no solo un acontecimiento más, sino algún impulso institucional de alguien que nos ayude a dilucidar el hecho….”. Marcos Ramírez.
Es Marcos Ramírez, gestor cultural e integrante de la asociación “Amigos de Federico Tobares”. Él cuenta cómo, en 2015, durante un viaje con fines culturales que lo llevó hasta la Ciudad de México, vio el antimonumento a los 43 normalistas, instalado el 28 de abril de ese año en el cruce de Reforma y Bucareli. Al regresar a Formosa, contó sobre el hallazgo a sus amigos y luego dialogaron con el activista y periodista náhuatl Mardonio Carballo, quien les habló sobre el vínculo entre ambos países y les dejó un lema: “Los desaparecidos nos faltan a todos”.
“Y ahí es donde yo pienso que quizás podrá ser interesante como estrategia de pacto social, como una proclamación de una conexión de lucha entre pueblos que son distantes, pero tienen realidades que los atraviesan y ahí es donde surge la idea de ser 43+1. El desafío era tener una narrativa conceptual e ideológica con ese hecho e intentar que ese más uno sea nuestro desaparecido, que era Federico Tobares.
“El objetivo es decirle no a la noción de normalidad sobre estos hechos aberrantes, es decirle basta a los silencios cómodos de algunos sectores de la sociedad y un gran nunca más y el objetivo es la información, la toma de conciencia y de que ciudadanos de todas las edades puedan interiorizar este tipo de hechos y de cómo hay ramas que atraviesan toda la comunidad internacional que de ninguna manera pueden ser ignorados”. Marcos Ramírez.
La primera conexión en la lucha por el regreso de los 43 normalistas mexicanos y el chef argentino ocurrió el 5 de junio de 2015. Sus amigos llevaron las 4 figuras de poco más de un metro de altura -los números 4,3 y 1 y el símbolo de “más”-, al evento de cada año para exigir el regreso de Fede. La intervención ocurría en un solo acto: Los amigos instalaban las figuras y al concluir, se las llevaban; después, iniciaron gestiones para lograr que se tratara de algo permanente.
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El 4 de junio de 2019, el intendente de Formosa, Jorge Jofré, aprobó la propuesta para instalar el Monumento 43+1 en la plazoleta ubicada en la avenida 25 de Mayo entre Fontana y Sarmiento, frente al ex Colegio Nacional, donde Fede estudió la secundaria e hizo un montón de amigos. La instalación sería el viernes 30 de agosto, Día Internacional de las Víctimas de Desapariciones Forzadas. Esa noche, la ruta de antimonumentos que empezó a tejerse en la Ciudad de México, llegó por primera vez a Sudamérica.
“Uno vuelve siempre, a los viejos sitios donde amó la vida, y entonces comprende cómo están de ausentes las cosas queridas, por eso muchacho, no partas ahora, soñando el regreso, que el amor es simple y a las cosas simples las devora el tiempo”
Ante más de 50 personas, David Díaz canta la “Canción de las Simples Cosas” en la plazoleta de esta ciudad de apenas 600 mil habitantes, al noreste de Argentina.
No solo llegaron los conocidos de Fede. Hay una mujer que lleva una pancarta con el rostro de Martín Pineda, un joven desaparecido en diciembre de 2015; y junto a ella, otra mujer también carga un letrero que tiene inscrita la leyenda “Justicia” y el rostro del oficial inspector Federico Romero, muerto de manera dudosa en enero de 2016.
Algunas se consolaban mutuamente, abrazándose; otras, se enjugaron solas el llanto. Los amigos del chef portaban camisetas impresas con su rostro y la leyenda “43+1” y había una pantalla gigante donde se proyectaron videos con mensajes de amistades y familiares de Fede, como el de su padre Carlos Tobares y su hermana, Ana Soledad.
Mensaje Carlos Tobares: “Quiero agradecer a todos y cada uno de ustedes el homenaje a mi hijo federico, que este 30 de agosto de 2019 sea la continuación de la lucha que hemos tenido para tener una respuesta satisfactoria al respecto, muchas gracias”.
Mensaje Ana Tobares: “Queremos agradecer de corazón a todos por el apoyo y la fuerza y el interés en su búsqueda y desaparición, nuestra búsqueda eterna hasta el fin de los días. Saludamos a todos los desaparecidos de México, Argentina y el mundo, en especial a los de los 43 normalistas de Ayotzinapa que con toda su fuerza piden memoria, verdad y justicia para todos”.
Y ahí, como testigo y protagonista, el antimonumento diseñado por los amigos de Fede y construido por los arquitectos Marcos Rigonatto y Claudio Bogarin así como los escultores Pablo Vacazur, Martín Albornoz y Nelson Ortellado. Es de cemento y mampostería, en color rojo y tiene la misma tipografía del antimonumento de los 43, en una especie de guiño estético.
“Es una escultura hecha en metal, de tres metros, es una mano humana de cinco dedos, no está completa, da la sensación que está saliendo, los números son de chapa hueca pintada de rojo y abajo una placa donde están enunciados los objetivos y tiene un código QR que lleva a un video donde se explica el caso de Federico y los objetivos de este emplazamiento”. Marcos Ramírez.
A diferencia de las dificultades que han enfrentado varios antimonumentos en México, el de 43+1 no ha tenido inconvenientes en su instalación ni mantenimiento e incluso, tiene el apoyo de organismos vinculados a los derechos humanos y de la autoridad local. Más bien, la relevancia mayor de la estructura es la manera en que enlaza en lo simbólico, político e histórico a dos países que han enfrentado una herida tan profunda como la que dejan las desapariciones forzadas.
“Han pasado varias décadas de la dictadura militar pero aun las heridas no se cierran, siguen apareciendo nietos apropiados ilegalmente por la dictadura y la lucha continúa y la coyuntura política actual argentina nos invita a estar más atentos que nunca y más militantes que nunca sobre mantener la banderas del nunca más porque la verdad ese enemigo criminal interno que son esas personas que creen que estas prácticas sirven para algo y se esfuerzan por negar las voces de las disidencias, hay que tratar de mantener esa banderas pasta que no se repita más”. Marcos Ramírez”. Marcos Ramírez.
Mientras el colectivo de amigos de Fede mantiene vigente la exigencia de su regreso, las investigaciones no han tenido mayores avances. Hasta hace un año, no hay registros de nuevos hallazgos relacionados al caso y Jalisco es el estado con el mayor número de desapariciones en el país, con 14 mil 969 al corte del 19 de marzo de 2024.
Allá en Formosa, además del ejercicio simultáneo de resistencia y denuncia que representa el antimonumento 43+1, los amigos de Fede iniciaron una práctica paralela para documentar el impacto de la pieza: Una compilación de fotografías de las personas que se detienen a mirarla. Su propia memoria de lucha.
Nos hemos llenado de fotos de mucha gente que se detiene a leer, que se detiene a observar y más allá de su posición ideológica o rumbo político o lo que quiera, se toma un minuto para leer. Ese minuto en la conciencia de los ciudadanos, ese minuto de atención y de reflexión, más allá del desenlace que tenga cada quien, es la victoria de esos espacios”. Marcos Ramírez.
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