A sus casi 93 años, Eduardo Lizalde Chávez conocido como “El Tigre” murió este miércoles, así lo confirmó su hijo vía Facebook.
Carolina López Hidalgo
Eduardo Lizalde Chávez puso punto final a su vida este miércoles. Durante casi 93 años, el poeta, melómano, filósofo y lector fue maestro de muchas generaciones de escritores y amantes de la ópera.
La historia de Lizalde con la literatura inició desde niño. Su padre, un ingeniero, dibujante y apasionado de la poesía, le enseñó a leer y a construir sonetos.
El primer poema escribió lo hizo a los 11 años. Hablaba sobre la muerte. El texto fue celebrado por sus padres y su familia más cercana.
Su historia en las letras
“El Tigre” comenzó a publicar poemas a los 18 años en el diario El Universal. Nueve años más tarde publicó su primer libro de poemas titulado La Mala Hora.
En 1955, inició su militancia en el Partido Comunista Mexicano, pero fue expulsado a principios de los 60, junto a José Revueltas por ser demasiado crítico de sus propuestas. Junto a Revueltas fundó la “Liga Espartaco”, movimiento socialista alternativo del que pronto se desencantaron ambos.
Un creador que no se escapó de lo obscuro.
Estamos en una era y no ahora sino desde el final del siglo 19, posiblemente en que todos los grandes autores podrían ser acusados de oscuros y de nihilistas y decéptico. Hay grandes autores que pueden ser optimistas.
Con Enrique González Rojo y Marco Antonio Montes de Oca creó el grupo del “poeticismo” de breve duración. Más tarde desarrolló una poética personal, irónica y aparentemente coloquial, que lo acercó a otros dos poetas de su generación: Gerardo Deniz y Gabriel Zaid, como lo destacó el escritor Gonzalo Celorio.
Para el escritor Mario Bohórquez, Lizalde fue un poeta que buscó re-sentir.
Hemos pensado tanto el mundo en el siglo 20 que de pronto llega el poeta Eduardo Elizalde y nos convoca volver a sentir el mundo ya no pensarlo . Comprender las relaciones de los seres humanos consigo mismos y con la naturaleza y con nosotros.
La poesía de Eduardo
Sus poemas desarrollan anécdotas, “tabernarias o eróticas”, cercanos al aforismo. El peso poético de Lizalde lo logra en el ritmo, el desenvolvimiento de la anécdota y a las astutas metáforas, muchas de ellas bajo el emblema del tigre.
La discrepancia está dentro de la obra del poeta que no es un educador, es un hombre que reflexiona.
El poeta trabaja con materiales culturales y la educación. Bueno, pues es un trabajo práctico y cultural también, por supuesto que implica ciertas normas, ciertas disciplinas que no son las mejores en México por supuesto alguna vez hablando con un secretario de Educación de la última época le decía : que era mucho mejor la escuela primaria de mi tiempo y aprendían más literatura porque la práctica escolar era leer.
A pesar de sus palabras, Eduardo Lizalde fue un maestro de la vida, de la escritura, la pintura, la música y la enseñanza. Así lo aseguró su compañero de la Academia Mexicana de la Lengua, Adolfo Castañón.
Recogen las tradiciones de la poesía mexicana de una forma muy amplia, en él está presente la obra de Ibargüengoitia de Rubén Bonifaz, José Luis Martínez y Octavio Paz. Yo diría que Eduardo Lizalde fue una voz dueña de todas las voces posibles. Con una conciencia social, política con humor y sarcasmo. Por su amplia labor cultural como pintor, melomano, filósofo y escritor se puede considerar un ciudadano de la cultura . Eduardo Lizalde es una mirada de altura es un ave que vuela muy alto y es capaz de contemplar desde allá
Algunas de sus obras más destacadas son:
- La Mala Hora.
- Cada Cosa es Babel.
- El Tigre en la Casa, obra que lo hizo merecedor del Premio Xavier Villaurrutia en 1970.
- La Zorra Enferma.
- Caza Mayor.
- Tabernarios y eróticos.
- Rosas y Otros tigres.
Los reconocimientos de Eduardo
Los reconocimientos y premios abundan en la vida de Eduardo Lizalde como:
- El Premio Nacional de Literatura.
- El Premio Iberoamericano de Poesía Ramón López Velarde.
- Ganador del Premio Internacional Carlos Fuentes a la Creación Literaria en español.
Además, fue director de la Biblioteca de México, un espacio que le hacía sentir en su casa, ya que su hogar era una gran Biblioteca
Mi Biblioteca es bastante grande. Ya está. Está realmente desordenada, pero tengo el material enorme. Tengo una discoteca tan grande como la biblioteca donde tampoco sé de dónde ponerla mi casa entera. Es una biblioteca. Hay tres pisos llenos de libros y de mucha basura de la que cuesta mucho trabajo deshacerse apuntes recortes. Bueno, la labor es grande.
El maestro Jaime Labastida aseguró que la evolución y desarrollo constante de su obra la ha llamado fracaso porque nunca alcanzará la plenitud en la búsqueda de la palabra exacta.
Trayectoria en los medios y la academia
Por muchos años, colaboró en el Instituto Mexicano de la Radio (IMER) con sus programas Contrapunto y Memorias donde ofreció un recorrido por obras emblemáticas de la lírica.
Para la secretaria de Cultura del Gobierno de México, Alejandra Frausto La voz de Eduardo Lizalde fue una de las más poéticas y poderosas de la literatura hispanoamericana.
Una de las voces poéticas más poderosas de la literatura hispanoamericana se ha marchado. Lamento la muerte del poeta tigre. Descanse en Paz, Eduardo Lizalde. Mis condolencias a Hilda, sus hijos y amigos. pic.twitter.com/xYIUp3qlB5
— Alejandra Frausto (@alefrausto) May 25, 2022
Para Lucina Jiménez, directora general del Inbal, Eduardo Lizalde “fue un verdadero sabio, de voz profunda, poeta, académico, amante de los libros y de la ópera”.
Eduardo Lizalde Chávez, nació el 14 de Julio de 1929 en la ciudad de México, estudió Filosofía en la Universidad Nacional Autónoma de México, dirigió la Casa del Lago y la emisora Radio Universidad, organismos culturales de la UNAM. Colaboró en numerosas revistas y diarios mexicanos, además fundó dos suplementos culturales.
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