Este primero de julio se cumplen 30 años de la primera conmemoración del Día Internacional del Reggae, un género musical que tiene sus raíces en Jamaica y que ha logrado traspasar fronteras.
Luis Camarillo Carvajal
Como lo ha sido desde sus inicios a finales de los años 50, la industria musical en Jamaica se ha abierto camino desde la autogestión, donde sus entusiastas y promotores han guiado su leyenda.
Fue así como inspirada por un discurso que pronunció en 1992, Winnie Mandela esposa de Nelson Mandela en Kingston, Jamaica; quien alabó la capacidad que tenía la música Reggae de “dar aliento, inspirar y unir” al pueblo de Sudáfrica en su lucha contra el Apartheid; Andrea Davis, conferencista para la University of Technology, Jamaica, decidió crear una fecha para recordar el poder y legado de la música de Jamaica.
El propósito principal de Davis fue movilizar a las estaciones de Radio de Jamaica para que mostraran las raíces y ramificaciones de la música originaria de ese país, como fueron en orden de aparición, el Ska, el Rocksteady y el Reggae.
Posteriormente, se decidió promover internacionalmente esos estilos musicales y acercarlos a más personas.
“El Día Internacional del Reggae se asociará con quien esté interesado para fomentar su arte y crear un entorno que permita dar a conocer la creatividad, el talento y potencial de la región.
Existen sinergias y posibilidades actualmente disponibles para el Caribe en la nueva economía mundial. Distribuyamos las ideas, a través de los avances tecnológicos, como el Internet y su alcance móvil.
Estamos creando una nueva forma de distribución de música y muchos productos audiovisuales. Por ello, concluiré este discurso como empezó: la cultura es la clave. El mensaje lo importante. El conocimiento, poder. Y permaneceremos, ayer, hoy y siempre”.
A pesar de que desde 1994 se empezó a conmemorar un Día Internacional del Reggae, 24 años después, el 29 de noviembre de 2018 la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) declaró al Reggae como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, reconociendo así su importancia cultural y su impacto en la sociedad.
Música jamaicana
En este contexto en entrevista para IMER-Noticias, Lutxo Pérez, periodista y autor de diversos libros de música jamaicana, consideró que tanto las instituciones culturales como la industria musical no han reivindicado el legado de la música hecha en Jamaica, así como de otros géneros musicales, debido a su enfoque anglo céntrico.
Lo anterior lo confirma el periodista musical y autor británico, Lloyd Bradley en su libro “Bass Culture, Cuando el Reggae era el rey”, donde explica que, a pesar de ser una música muy popular entre los sectores juveniles británicos, la BBC y otras estaciones de radio vetaron la música jamaicana argumentando que su mala calidad de producción lo hacía imposible para su retransmisión.
Antes del éxito y popularidad mundial de Bob Marley and The Wailers en 1973, y a pesar de que decenas de artistas jamaicanos vendían cientos de miles de copias y muchos británicos seguían esta música con interés, Bradley considera que este obstáculo al Reggae puede considerarse como la cara más visible del racismo institucional de la época.
Al obtener su independencia en 1962 del Reino Unido, la música fue esencial en Jamaica para sobrellevar un contexto social complejo, por lo que el Ska (un ritmo influenciado por el Jazz y el Rhythm and Blues de Estados Unidos, así como ritmos caribeños como el Mento mismo de Jamaica y el Calipso de Trinidad y Tobago), se consideró la primera música nacional de la isla que conllevó otros fenómenos sociales como el de los Rude Boys, una especie de gánsteres y los Sound Systems, una especie de sonidero mexicano.
Sus principales representantes fueron artistas como The Skatalites, The Soul Brothers, Byron Lee & The Dragonaires, The Maytals, Prince Buster, Laurel Aitken entre otros, pero fue una mujer, Millie Small, que en 1964 obtuvo el primer puesto en las listas de popularidad británicas y el segundo en las estadounidenses.
Fue tal la importancia de esa canción y el llamado Blue Beat, como se le conoció al Ska en el Reino Unido que en la inauguración de los juegos olímpicos de Londres 2012 se le rindió homenaje junto a The Rolling Stones y The Beatles.
Las aportaciones del Reggae
Para Antonio Becerril Romo, periodista musical y columnista del periódico El Economista, la aportación del Reggae no sólo es musical, sino que también forma parte del soundtrack de las luchas y movimientos sociales.
En este sentido el periodista Lutxo Pérez, indicó que la aportación de la música de Jamaica presente desde los finales de los años 50, incluye las técnicas de grabación que, con limitantes, lograron sonidos pulcros e influyentes en la industria musical mundial.
Por último, el autor del libro “Catarsis Rocksteady. La edad dorada de la música jamaiquina, una crónica sentimental”, indicó que la música jamaicana tuvo una evolución constante y rápida desde su origen y su influencia mundial permanecerá por décadas.