Académicos señalaron que los desplazados por cambio climático se enfrentan a abusos, separaciones familiares y acceso desigual a empleos.
Natalia Matamoros
Académicos de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) y la Universidad de Santiago de Chile, manifestaron su preocupación por el aumento progresivo de desplazamientos internos y externos por cambio climático y desastres naturales en México y Centroamérica.
Bernardo Bolaños, catedrático de la UAM, destacó que cerca de 187 mil personas se desplazaron como consecuencia del huracán Otis. Este ciclón, que tocó tierra el 22 de octubre de 2023, dejó a más de 100 mil personas damnificadas.
Muchas personas tomaron la decisión de marcharse. No solo porque no podían ocupar nuevamente sus inmuebles que quedaron en ruinas, sino también por otros factores como la falta de ayuda gubernamental y el acoso de los grupos delictivos que operan en la zona.
A los distintos factores que impulsan la movilidad, se agrega la ausencia de políticas para brindar protección a los desplazados internos que son víctimas constantes de violaciones a sus derechos en las zonas donde buscan refugio, señala Bolaños. A esto le sumó que no existe un manejo transparente de los recursos asignados para la población afectada por desastres naturales.
“Yo le llamo una movilidad climática en tres pasos: primero el desplazamiento forzado inmediato de los hombres jóvenes o más viejos que dejan a las mujeres, a los niños y a los ancianos solos; la pérdida de resiliencia. Luego los ataques violentos por el crimen organizado […] y eso lo observamos en México y Centroamérica”.
Rosalía Ibarra, del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, destacó que las personas desplazadas por Otis y las comunidades de El Bosque, en Tabasco, cuyas viviendas fueron arrasadas por el mar, sufrieron una violación sistemática de sus derechos humanos. Esto porque fueron objeto de abusos, separaciones familiares, acceso desigual a fuentes de empleo, entre otros, debido a la inexistencia de política de atención que les garantice bienestar.
Más del 62% de la población en Guatemala han sido desplazados por eventos naturales
En el caso de Centroamérica, específicamente en Guatemala, cerca de 10 millones de personas han resultado afectadas por eventos naturales. Según datos del investigador Efraín Bámaca, las inundaciones, ondas tropicales y huracanes, han provocado la movilización interna del 62.8% de la población guatemalteca, debido a que sus cultivos han sufrido daños.
El investigador detalló que hay comunidades agrícolas que se han visto obligadas a pagar cisternas para mantener sus sembradíos, lo cual no es rentable. En algunos casos optan por mudarse a otras regiones donde deben empezar de cero y deben enfrentarse a problemas de adaptación.
“Muchas veces [la gente] tiene que moverse: “este espacio que tenía se inundó, hay que buscar otro”.
Los expertos coincidieron en la aplicación de políticas gubernamentales que vayan desde la prevención, a través del análisis de riesgo, mapeos de las zonas que podrían ser propensas a desastres naturales que conlleven al diseño de planes de atención a las comunidades, destinadas a garantizarles sus derechos y a propiciar su adaptación.
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