Este es un problema que se agrava porque apenas se está tratando el 30% de las aguas residuales y se sigue comprando mucha agua embotellada.
Escucha la entrevista con Iván Quevedo, en la Tercera Emisión de IMER Noticias.
IMER Noticias
México sólo trata el 30% de las aguas residuales de los procesos industriales y del drenaje, lo que está contaminando mares, ríos y canales.
El académico Iván Quevedo Partida, del Departamento de Ingeniería Química, Industrial y de Alimentos de la Universidad Iberoamericana, dijo que México debe invertir más en plantas de tratamiento de aguas y reducir el consumo de agua embotellada.
Por ahora, él y la maestra Lorena Pedraza están trabajando en una alternativa natural para encapsular la contaminación de cuerpos de agua, a través del aprovechamiento del sargazo, un alga que está muy presente en costas del Caribe mexicano.
En entrevista para IMER Noticias, el académico consideró que el problema es muy grave no sólo en México, sino a nivel mundial.
En resumen:
- El sargazo absorbe metales pesados que llegan a ser bastante nocivos, así que empezamos a buscar alternativas para separar algunos componentes y aprovecharlos en el tratamiento del agua.
- A nivel mundial se estima que entre el 81 y 95 por ciento del agua residual es descargada directamente a los ríos, lagos y océanos.
- La industria agrícola consume aproximadamente el 76.3% del total del agua y es la que más la contamina con pesticidas y fertilizantes que, eventualmente, van directamente a los cuerpos de agua superficiales por infiltración.
- Cada vez que nosotros compramos una botella de agua estamos adicionando otro elemento al problema y en este caso es la cantidad de plásticos que también pueden llegar a terminar en las aguas, contaminándolas.
¿Cómo podemos contribuir a la solución del problema?
- La recomendación para todos sería reducir el consumo de agua, tratar de cerrar la regadera cuando nos estamos enjabonando, no dejarla demasiado tiempo abierta cuando estamos esperando a que llegue a cierta temperatura.
- Tratar de ser un poco más conscientes a la hora de que estamos lavando nuestros trastes, evitar utilizar cierto tipo de detergentes que pueden llegar a ser más difíciles de eliminar de las aguas; por ejemplo, utilizar algún tipo de biodetergente.