El Tercer Informe del GIEI reveló la manipulación de pruebas de la Marina, la infiltración del Ejército y la visita de Murillo Karam a Cocula, días antes de iniciar las investigaciones por la desaparición de los 43 normalistas.
Adriana Esthela Flores
El Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes tiene cada vez más claro la participación de las fuerzas federales, las policías locales y funcionarios públicos en el caso Ayotzinapa.
En su Tercer Informe sobre la desaparición de 43 estudiantes de Iguala, Guerrero, el GIEI evidenció cómo la Marina y el exprocurador General de la República, Jesús Murillo Karam, intervinieron en la escena donde supuestamente incineraron a los normalistas.
Por primera vez, el grupo de expertos reveló que el ejército contaba con agentes infiltrados para conocer las acciones de los normalistas.
Los nuevos hallazgos son resultado de la revisión de más de 100 horas de vídeo y el análisis de documentos de la Secretaría de la Defensa Nacional.
El tercer informe del #GIEI sobre el caso #Ayotzinapa revela que “hubo operaciones de inteligencia, de seguimiento, casi contra insurgente, a los movimientos de los estudiantes de #Ayotzinapa, días antes de su desaparición.
Así lo afirmó la experta Claudia Paz y Paz. pic.twitter.com/LzDzn4wXQQ
— IMER Noticias (@IMER_Noticias) March 28, 2022
La Marina y la manipulación de evidencias
Hasta ahora, la Secretaría de la Marina había estado fuera de los señalamientos por el caso Ayotzinapa.
Sin embargo, las últimas evidencias evidencian como 12 marinos llegaron al basurero de Cocula, cerraron el acceso y colocaron dos bultos blancos.
Durante casi una hora, los marinos deambularon por la zona e iniciaron una fogata donde encontraron los primeros restos de uno de los estudiantes.
La integrante del GIEI, Ángela Buitrago, presentó estos avances en un vídeo grabado por un dron que había permanecido oculto.
“La nueva evidencia nos permite determinar con plena certeza, la intervención por actores que no tenían ni competencia ni el rango para investigación”.
Operaciones contrainsurgentes
El personal del ejército no sólo “cerro los ojos” para evitar la desaparición de los normalistas también realizó acciones de contrainsurgencia.
Según el informe, la Sedena infiltró militares y espió desde varios años atrás a los normalistas de la escuela Isidro Burgos.
Además, los infiltrados estaban dentro de autobuses e informaban lo que acontecía.
Otros de los hallazgos fueron: la Sedena controlaba el C4, realizó investigaciones paralelas que no compartió y realizaron informes al más alto nivel sobre los hechos.
Tácticas de simulación
El último informe del GIEI expuso como las autoridades municipales, estatales y federales construyeron gran parte de la llama “verdad histórica”.
Uno de los hallazgos más importes fue la asistencia del exprocurador Murillo Karam en la zona de Cocula horas antes de iniciar con la investigación en la zona.
Sin embargo, son más de siete las acciones donde las pruebas fueron modificadas:
- Práctica sistemática de torturas.
- Simulaciones en llamadas que supuestamente eran anónimas y en realidad fueron hechas por funcionarios de PGR.
- Simulaciones en fechas, captura y puestas a disposición de detenidos
- Tarjetas informativas falsas de policías municipales, de Guerrero y federal.
- Bitácoras de patrullas alteradas.
- Destrucción de evidencia como el video del Palacio de Justicia de Iguala.
- Actas ministeriales falsas, como las diligencias en el Río San Juan.
Para Ángela, cada investigación tuvo un fin específico y estuvo calculada para ocultar los detalles.
“Hay investigación con apariencia de investigación que tenía alguna finalidad, varias detenciones que registran lugares diversos a los que se captura y puestas a disposición falsas”.
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