La Etnoencuesta de Inmigración Reciente en Contextos de Acogida Latinoamericanos expone problemas de discriminación, racialización o rechazo hacia la comunidad migrante.
Georgina Hernández
Fenómenos naturales, crisis políticas y económicas, así como violencia social son los patrones que caracterizan la migración en América Latina durante las últimas dos décadas.
Así lo revela la Etnoencuesta de Inmigración Reciente en Contextos de Acogida Latinoamericanos elaborada entre 2021 y 2022 por investigadores del Colegio de México, la Universidad de Brown, la Universidad de Princeton, la Universidad de Guadalajara y la Universidad de la República de Uruguay.
En la presentación del proyecto, Silvia Giorguli, presidenta del Colegio de México, explicó que para el estudio seleccionaron tres países: Colombia, Chile y Costa Rica.
Además, la encuesta se enfocó en tres grupos de migrantes: venezolanos en las cinco ciudades, haitianos en Santiago y nicaragüenses en San José.
“Este proyecto tiene un componente de investigación, pero también está orientado a ofrecer políticas públicas para conocer las grandes condiciones de vida y la condición de los migrantes en el acceso a servicios”.
Resultados de la etnoencuesta
Con base en los datos de la Etnoencuesta, Colombia es el principal receptor de flujos migratorios provenientes de Venezuela.
No obstante, las personas venezolanas en los contextos de acogida enfrentan problemas de discriminación, racialización o rechazo.
En el caso de Costa Rica, es el principal destino de migrantes laborales en la región centroamericana donde nueve de cada diez migrantes son de Nicaragua.
En tanto, Chile reporta un alza en el número de migrantes originarias de Perú, Ecuador, Colombia, Haití, Venezuela, Bolivia y Argentina.
David Lindstrom, de la Universidad de Brown, explicó que el documento también ofrece recomendaciones, puesto que se observan amplias variaciones en las condiciones de vida de las personas migrantes en los lugares de estudio.
“La regularización del estado migratorio ayudará a reducir las barreras a la educación, pero no completamente, porque observamos también casos de discriminación, en que ya el Estado estaba regularizado, pero de todos modos no aceptaban a los hijos.
Tuvimos casos así también, que no es una solución perfecta, pero es algo que ayuda en estos casos.
Y algo sorprendente que hemos observado, que hemos hablado en otras presentaciones, es la inseguridad alimentaria, que era muy generalizada, y no es solamente una experiencia de los más pobres, sino también de la clase media que está saliendo de Venezuela”.
Ahora trabajarán en el Proyecto de Migración Mesoamericana de 2024 a 2027 donde estudiarán la migración en 36 comunidades de México, Guatemala, El Salvador y Honduras.
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