Fatiga, dolor de cabeza, trastorno de atención y pérdida de cabello son algunas de las secuelas que pacientes de Covid-19 experimentaron tras haber superado la enfermedad.
Aura García
Eugenia, Ismael y Claudia tuvieron Covid prolongado. Así lo sugieren las recientes investigaciones científicas sobre las afectaciones a largo plazo que deja la Covid-19 en quienes contrajeron y superaron la enfermedad.
Lo que hace apenas un año se creía era un virus que afectaba solamente al sistema respiratorio, ahora es objeto de múltiples investigaciones que apuntan a que la enfermedad causada por el SARS-CoV-2 daña otros sistemas del cuerpo, incluso hasta meses después del contagio.
Fatiga, dolor de cabeza, trastorno de atención y pérdida de cabello son apenas una porción de las más de 50 complicaciones médicas que expertos encontraron en personas que padecieron la enfermedad, de acuerdo con un estudio publicado en medRxiv, una plataforma de preimpresiones científicas.
De los casi 48 mil pacientes participantes, 8 de cada 10 desarrollaron al menos un síntoma a largo plazo y lo expresaron en un periodo que va desde los 15 hasta los 110 días posteriores a la infección viral.
Estas afectaciones pueden aparecer tanto en casos graves como leves, explica Alejandra Ramírez, neumóloga y académica del Sistema Nacional de Investigadores Nivel II.
«Lo que pasa es que el virus no nada más ataca a los pulmones, puede atacar al sistema nervioso, al corazón, al riñón, al hígado. Obviamente, entre más grave es el caso pulmonar también es cierto que puede afectar otros órganos. Por ejemplo, a nivel de corazón pues los pacientes pueden tener miocarditis, que es la inflamación de la capa que envuelve el corazón».
Alejandra Ramírez, neumóloga y académica
Cuando María Eugenia enfermó hace medio año, poco se sabía entonces sobre el llamado Covid prolongado y menos aún sobre los daños no respiratorios de la enfermedad.
Ahora, ella sabe que su pérdida de memoria podría vincularse con el SARS-Cov-2.
«Se dio cuenta de mi situación mi hijo Dante y me llevó con el doctor Paul Flores Bello, del hospital Los Ángeles de Acoxpa y el diagnóstico de la pérdida de memoria fue derivado de la afectación de líquido cefalorraquídeo por una acumulación atípica».
María Eugenia, padeció y supero la Covid-19
Pero las afectaciones al cerebro no se detienen allí. Por ejemplo, la comunidad científica ha comprobado que las alteraciones neuronales provocadas por el virus están detrás de la pérdida de capacidad para oler y saborear.
Aunque la mayoría de las personas contagiadas recupera esos sentidos en ocho días, hay en quienes desaparecen hasta en un 50 por ciento de manera permanente, acota la investigadora.
«En la revista Lancet salió en agosto un estudio muy bonito donde se ve que realmente en pacientes que tampoco tienen un daño tan importante, o sea que no tuvieron un Covid tan importante, hay a través de estudios de imágenes muy detallados, que pueden tener daños micro estructurales en el cerebro, suficientes para provocar todas estas alteraciones de la falta de gusto, la pérdida de olfato y la pérdida de memoria un poco».
Alejandra Ramírez, neumóloga y académica
Claudia y su madre perdieron cabello a causa de la Covid-19. Su doctora lo determinó así, después de que ambas enfermaron de coronavirus.
De hecho, una de cada cuatro personas que participaron en el estudio de medRxiv también desarrollaron ese síntoma.
Además de tratar con vitaminas con colágeno, hierro y biotina que la doctora les recetó, Claudia y su mamá probaron hasta remedios caseros para combatir su pérdida de cabello, situación que duró cerca de tres meses.
«Tanto a mi mami como a mí, después de 20 días, aproximadamente, de presentar Covid se nos empezó a caer muchisisisimo el cabello. Nos metíamos a bañar y eran así los mechones. Cuando peinábamos a mi mamá en el sillón, en la sábana, salía el cabello. Conmigo también y yo hasta en el piso lo veía alrededor de mi silla, mucho, mucho. Pensamos que nos quedábamos calvas».
Claudia, padeció y supero la Covid-19
Los efectos a largo plazo han cobrado tal relevancia que en los próximos días la Organización Mundial de la Salud abordará el tema como una de sus áreas de trabajo prioritarias.
Para la doctora Alejandra Ramírez, uno de los focos de atención debe apuntar hacia las secuelas psicológicas que persisten durante meses y han llegado a ocasionar suicidios y largos periodos de depresión.
Eso lo sabe Miguel Ceja, a quien le ha tocado sortear todo tipo de afectaciones: secuelas respiratorias, molestias en la piel y hasta episodios de tristeza y ansiedad.
Él estuvo 12 días hospitalizado, algunos de ellos diagnosticado como grave. Y cuando al fin pudo volver a casa y verse en un espejo se impresionó por todo lo que le había sucedido.
«Dentro del mismo hospital me encontré todavía con algunas situaciones. La resequedad en la piel pero muy fuerte. También lesiones en la boca, no podía comer y cuando llegué aquí, porque no me había visto en un espejo como se imaginarán, cuando llegué aquí a la casa me di cuenta que tenía aftas, laceraciones en el interior de mi boca y las hemorragias nasales. Esto es de manera general, sin contar algo que es importantísimo que es el estado de ánimo y las emociones».
Miguel, padeció y supero la Covid-19
El sarpullido por Covid es común y suele aparecer en articulaciones y otras zonas de la piel después de las primeras dos semanas de la enfermedad. Las ronchas o erupciones suelen provocar comezón y algunas de ellas dolor o ardor, debido a un daño en el tejido, explica la doctora Ramírez.
Pese a ello, muchos médicos aún confunden ese síntoma y lo atribuyen a una intoxicación por alimentos. Así le ocurrió a Ismael, a quien nunca le dijeron que sus lesiones eran causadas por Covid prolongado.
«Cuando presenté estas lesiones dérmicas fue cuando consulté a un médico, el cual al revisarme solamente me comentó que eran posiblemente cuestiones de intoxicación y ya después de cumplir el tratamiento estas lesiones desaparecieron».
Ismael, padeció y supero la Covid-19
Hasta el momento, la investigación científica apunta a más de 50 afectaciones de largo efecto causados por la Covid-19, que incluyen además síntomas como náuseas, sudores, pérdida de la audición, desorden del sueño, escalofríos, ojos rojos, palpitaciones, trastorno de estrés post traumático, mareos e incluso paranoia, aunque en menor grado.
A más de un año de que el SARS-Cov-2 salió de China y comenzó a esparcirse por el mundo, los retos para la comunidad científica y médica parecen diversificarse cada vez más. A la par de investigar sobre el origen del virus, buscar un tratamiento o vacuna o identificar los posibles riesgos de las nuevas variantes, ahora deberán enfocar parte de sus esfuerzos en las secuelas a largo plazo que deja la Covid-19, una enfermedad provocada por un virus que continúa en movimiento y mantiene acaparados los servicios de salud.