Alemania ha pasado por cuatro fuertes olas de Covid-19; la más reciente ha sido la más crítica en términos de contagios y ha sido señalada como una pandemia de personas no vacunadas.
Escucha la sexta entrega de la serie “El planeta, al límite”.
Ariel Escalante, con producción de José Luis Plascencia
El 31 de diciembre de 2020, Angela Merkel se dirigió a la nación alemana con una petición: la crisis sanitaria había vuelto al país y había que hacer un “esfuerzo histórico para contenerla”. El año que estaba a punto de iniciar no auguraba un buen escenario.
“Estimadas conciudadanas, estimados conciudadanos, estos días y semanas serán difíciles para nuestro país, no les voy a mentir. Y esto durará un rato todavía. El invierno es y será duro… Sabemos lo que se puede hacer para contrarrestar al virus: junto a la vacuna, el medio más eficaz para combatirlo está en nuestras propias manos: atenernos a las reglas de higiene y distancia social, todos y cada uno de nosotros”.
Las y los alemanes recibieron el año nuevo sin fiestas ni reuniones. Los casos diarios superaron los 30 mil en pocos días, por lo que en los primeros días de enero, las autoridades anunciaron un nuevo confinamiento. Lejos quedó aquel país “exitoso” reconocido en la prensa por el manejo y el control de la pandemia.
Anabel Pusch, profesionista mexicana residente en Alemania, recuerda que los avisos de las nuevas restricciones habían llegado meses antes.
“¡Wow! El inicio del 2021 fue, yo creo, muy deprimente porque desde finales de noviembre principios de diciembre del veinte veinte nos hicieron lockdown; entonces no había forma de pasar Navidad ni Año Nuevo con la familia, visitar a las personas, nada de que reúnanse solamente en grupos de cinco o diez como en algunos otros países, no. Era de nada de visitas a casas ajenas, nada de fiestas, nada de nada.”
Parecía que de poco había servido ser uno de los países involucrados en la elaboración de la vacuna de Pfizer/Biontech, la primera aprobada en Europa y en el mundo. La campaña arrancó antes del cierre de 2020, pero su avance fue lento y había resistencias entre la población para aplicarse las dosis.
Con los contagios en aumento, las restricciones continuaron y fue hasta el mes de junio que Alemania empezó a retomar actividades. Lo hizo con protocolos estrictos, que se aplicaban lo mismo a los estudiantes que habían vuelto a las aulas, como a la población que poco a poco se acostumbraba a esta nueva normalidad. Así lo relata Anabel.
“Le llamaban sistema 3G: o tenías que presentar test negativo o tenías que presentar tu carnet de vacunación o tenías que estar dado de alta de Covid, que en teoría te deja inmunizado; era la regla de las 3G… Muchos retomaron las visitas familiares, hacer los viajes…”
La vida de Alemania parecía estar de vuelta y en agosto las restricciones prácticamente se habían ido. Las personas retomaron las calles, los restaurantes se llenaron nuevamente y la música y el baile volvieron a los centros nocturnos. Así sucedió en la ciudad de Herne, donde reside Anabel.
“Se redujeron prácticamente a nada las restricciones: solamente el uso de mascarillas en lugares cerrados. No había más protección y evidentemente pues empezaron a subir los números de contagios para esto de septiembre.”
La llegada de un nuevo otoño, la casi desaparición de las medidas preventivas y la aparición en el mapa de una nueva variante disparó los contagios. El 19 de noviembre, el gobierno alemán declaró una vez más el “estado de emergencia nacional”. Los contagios superaban los 50 mil por día.
El director de la agencia de control de enfermedades en ese país, Lothar Wieler, declaró entonces que los hospitales de algunas regiones estaban al máximo de su capacidad. La saturación fue tal que las Fuerzas Aéreas alemanas equiparon aviones para trasladar a pacientes a otras regiones y conseguirles una cama de hospital. Se trató de la mayor operación de traslado de pacientes en cuidados intensivos.
Pandemia de los no vacunados
Desde que se detectó el primer caso de Covid-19, el pasado 27 de enero de 2020, Alemania ha pasado por cuatro fuertes olas. La primera fue la más grave en términos de letalidad, pero la más reciente ha sido la más crítica en términos de contagios. Una pandemia de personas no vacunadas, declaró el ministro de Salud de ese país, Jens Spahn.
“La verdad es que habría muchos menos pacientes con Covid-19 [en cuidados intensivos] si todos los que pudieran hacerlo se vacunaran”.
Esto es lo que ha detonado una nueva etapa crítica de la pandemia en Alemania y aunque el gobierno decidió imponer nuevamente una serie de restricciones, ahora lo hizo específicamente para las personas que por una u otra razón se resisten a ser vacunadas.
“Ahorita estamos así, ahorita en Alemania todo todo está cerrado para aquellas personas que no están vacunadas; ellos no pueden ir a un restaurante, ya no pueden entrar a un bar, prácticamente no deberían visitar gente, etcétera. Pero ellos están en el plan de que no me puedes obligar por qué es mi libertad, es mi salud.”
A pesar de contar con un robusto sistema de salud y de todas las medidas que han tomado las autoridades, Anabel sabe que en Alemania aún no termina aquel invierno difícil del que hablaba la ahora excanciller Angela Merkel antes de concluir el 2021.
“Y la visión de que se iba a acabar, pues sí se tenia la expectativa que iba a terminarse este año, con toda la las facilidades que da Alemania para la vacunación, pero resultó que, yo creo, como un cincuenta por ciento de la población no está vacunada y no se quiere vacunar. Y eso dificulta mucho pues el avance y el cese de la pandemia en el país.
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