Es el segundo culpable que recibe sentencia, luego de que Heriberto Picos fuera condenado en 2020.
IMER Noticias
Juan Francisco Picos Barrueta, El Quillo, fue sentenciado a 32 años y tres meses de prisión, tras ser encontrado culpable del asesinato del periodista sinaloense Javier Valdez, ocurrido en mayo de 2017.
Este jueves se realizó la audiencia en la que se estableció la pena en su contra, por ser el autor material del asesinato.
El Quillo es el segundo sentenciado por este caso. En 2020, Heriberto Picos, El Koala, aceptó una sentencia de 14 años por su participación. En el asesinato también participó Luis Ildefonso Sánchez Romero, El Diablo, asesinado en 2017 en Sonora.
La sentencia de El Quillo llega tras un mes de juicio oral en el que se desahogaron 58 pruebas, entre testigos, documentos y peritajes.
En su fallo, el juez federal José Noé Egure Yáñez estableció que Javier Valdez fue víctima del homicidio como consecuencia de sus investigaciones periodísticas.
La organización Propuesta Cívica, que trabaja por la defensa de los derechos humanos y la libertad de expresión en México, dijo que el caso todavía no está cerrado, pues aún falta llegar hasta el autor intelectual.
“El caso no está cerrado, falta que la autoridad continúe con las líneas de investigación respecto al autor intelectual, la ejecución de la orden de aprehensión librada desde enero de 2020, se agilicen los esfuerzos del Gobierno mexicano para lograr su extradición y que exista una reparación integral del daño a las víctimas”.
¿Quién fue Javier Valdez?
Fue un periodista multipremiado por sus escritos sobre el narcotráfico y el crimen organizado en México. Fue reportero de los noticieros televisivos del Canal 3, a principios de los años 1990, en Culiacán.
También trabajó para el periódico Noroeste y desde 1998 fue corresponsal de La Jornada. Fue reportero fundador del semanario Riodoce, publicación especializada en cobertura del narcotráfico. Algunas de sus crónicas han sido publicadas por Proceso, Gatopardo y Emeequis.
Escribió los libros “De azoteas y olvidos, crónicas del asfalto”, “Miss Narco” y “Malayerba”. En 2011 fue publicado su libro de crónicas y reportajes de niños y jóvenes en el narcotráfico, titulado “Los morros del narco” y en septiembre de 2012 salió publicado su libro “Levantones”, sobre desaparecidos y víctimas del narco. En febrero de 2014 publicó “Con una granada en la boca”.