Conversamos con Atzin, niña de 13 años, vive en Hidalgo, Pachuca, y con Camilo, niño de 11 años, vive en la Ciudad de México para que sean ellos mismos quienes nos cuenten sus historias tras un año de pandemia
Escucha nuestra conversación con Atzin y Camilo, dos infantes de México
IMER Noticias
Por segundo año consecutivo las infancias de México y de otras partes del mundo celebrarán su día en confinamiento.
Aunque la mayoría de ellos y ellas han podido seguir estudiando gracias a las diferentes tecnologías, jugar con sus amistades en sus colonias y escuelas aún no es posible.
Además, el coronavirus forjó entre elles hábitos y cuidados más estrictos, lo que les trajo nuevas responsabilidades.
Es por eso que en la Primera Emisión de IMER Noticias conversamos con Atzin, niña de 13 años, vive en Hidalgo, Pachuca, y con Camilo, niño de 11 años, vive en la Ciudad de México para que sean ellos mismos quienes nos cuenten sus historias tras un año de pandemia.
¿Cómo ha sido este año para ustedes, cómo ha cambiado su vida?
Para Atzin este año ha representado un cambio total, puesto que se ha tenido que adaptar a las clases en línea, sobre todo porque, aunque se ha adaptado a las clases en línea, extraña la convivencia con sus compañeros y compañeras, así como los festivales que suelen realizar las escuelas para festejarles este día.
Por su parte, Camilo consideró que el tiempo vuela porque apenas hace unos meses comenzó su sexto año de primaria y ahora ya está por concluir el ciclo escolar.
¿Qué es lo que más les ha gustado de este año de pandemia, y qué lo que menos?
Atzin:
“Yo siento que tengo una mejor relación con mi familia, que convivimos más y nos entendemos mejor que antes que yo me iba a la escuela y ellos se iban a trabajar”
Camilo:
“Lo que más me ha gustado es que he pasado mucho tiempo con mi familia, aquí apretaditos. Y lo que no me ha gustado mucho por una extraña razón es pues sentirte un poco triste porque no convives con otros niños, ahí está el problema”
¿Qué has aprendido o pensado durante la pandemia?
Camilo:
“Yo la verdad nada más podría decir que lo único de lo que me sorprendí fue haber vivido al menos un momento importante a nivel mundial”
Atzin:
“Creo que ha sido más el área emocional, porque en mi escuela hemos manejado mucho de las emociones y todo esto ha descubierto nuevos sentimientos y como manejarlos”
¿Cómo creen que otras infancias del mundo estén viviendo la pandemia?
Atzin:
” Yo creo que también están un poco igual que nosotros, un poco aburridos de estar en casa, pero a la vez divertidos al encontrar nuevas aventuras”
Camilo:
“Pienso que han de estar tratando de cuidarse, ¿no? Porque no muchos países tienen el mismo nivel de salud y de vida, pero sí, espero que se estén cuidando”
¿Qué le diría tu versión adulta a tu yo de este momento?
Camilo:
“Que no me sorprenda mucho el vivir este momento, que luego vienen peores o mejores”
Atzin:
“Que no se desespere, que esté tranquila, que al final todo va a pasar y que continúe todo lo que esté viviendo”
¿Te has sentido enojada, enojado, triste o con mal humor?
Atzin:
“Estresada. Yo creo que más ha sido por el lado de la escuela, de las tareas, de que entregue esto a tiempo, terminar la presentación y así…”
Camilo:
“Fíjate que no, la verdad he notado un poco más estresados a los adultos, pero pues me pongo a hablar [con ellos] no de forma que seamos amigos, pero pues sí de ‘hola, ¿qué te pasa?” y ya… Pero sí, en ese sentido lo entiendo porque luego dicen que los adultos son un poquito más predecibles”
De esta manera, Atzin y Camilo nos ofrecen una mirada más cercana a la forma en que las infancias viven la pandemia. Incluso abren la reflexión de que muchas veces pensamos que nosotros y nosotras somos quienes cuidamos de las infancias, pero en ocasiones ellos y ellas también nos cuidan y no nos damos cuenta.
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