Arturo Espinosa y el Dr. Daniel Vázquez explican cómo las restricciones de la veda electoral repercuten otros derechos de la ciudadanía, como el acceso a la información.
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IMER Noticias
La veda electoral es un conjunto de medidas que tienen el objetivo de generar condiciones para que la ciudadanía reflexione su voto en libertad.
Según el Instituto Nacional Electoral, durante este periodo de veda se prohíbe todo tipo de propaganda electoral. Esto incluye la propaganda gubernamental, es decir, los logros o avances que tiene el gobierno en cuestión.
En el marco del ejercicio de Revocación de Mandato es importante reflexionar sobre lo que actualmente restringe la veda electoral. ¿Son realmente efectivas? O, por otra parte, ¿afectan la libertad de expresión y al derecho al acceso a la información?
Arturo Espinosa, Socio director de Strategia Electoral, y Daniel Vázquez, doctor en Ciencias Sociales por la FLACSO México, compartieron sus perspectivas en entrevista para IMER Noticias.
La veda en la Revocación de Mandato es distinta
Arturo Espinosa:
Estamos hablando de la revocación del mandato, que es un ejercicio de participación ciudadana.
Nos están consultando si queremos que el presidente concluya su mandato antes de tiempo. Decidir que siga en la presidencia no quiere decir, como algunos dicen. que se va a ampliar su mandato.
La veda electoral para servidores públicos y partidos políticos lo que se busca es que sea un ejercicio lo más lo más auténtico y ciudadano posible. Que no sea un debate de partidos políticos para que no haya filias y fobias.
Es lo que estamos viendo justamente, que unos dicen “queremos que se quede”. Y claro, es su partido, claro que va a querer que se quede. Pero también se entiende que la oposición te puede meter ideas para que se vaya.
Lo que se busca es que haya un debate, que haya información, pero que sea lo más objetiva posible para que la ciudadanía decida de manera natural.
Particularidades de la veda electoral en México
Dr. Daniel Vázquez:
Una de las cosas interesantes para México y algunos otros países de América Latina, es que incluso 24 horas antes no se vende alcohol.
Otra cosa rara es el periodo de tiempo de reflexión. Nosotros tenemos tres días, hay países que tienen 24 horas nada más.
Incluso hay países donde no se suspende nunca el proceso de propaganda. Es el caso de Estados Unidos o Argentina, que establece que no se puede poner propaganda a unos metros de las de las casillas, pero ni siquiera el día de la elección se detiene la propaganda.
Las campañas electorales son muy largas
Daniel Vázquez:
Nuestras campañas son las larguísimas, entonces se establecen muchísimas restricciones durante varios meses para que, desde el gobierno, se pueda hablar de sus logros.
Aquí lo que podemos discutir son las restricciones a los gobiernos para hablar de sus logros durante el proceso de campaña electoral. Es donde yo creo que está el debate actualmente. Incluso la principal molestia del gobierno en este momento.
¿Cómo llegamos a estas restricciones tan duras? Sobre todo considerando que hay un principio político de relevancia casi para partir de cualquier partido en el gobierno: “Lo importante no es a poner huevos, sino saber cacarearlos”.
Estas prácticas vienen desde el momento que que había un partido hegemónico. No solamente se acostumbra a llegar al poder a través de trampas, sino que usaba directamente el cuerpo físico. Recurría a estas prácticas como una lógica muy patrimonialista para acceder al poder.
El gran problema que tuvimos con esas prácticas y herencias del pasado es que, lo que en su momento fue la oposición, se creó la idea de que solo se podía llegar al poder utilizando las mismas prácticas. El problema ya era ver quién tenía más lodo para tirarse encima, quién podía ser más trampa.
¿Puede mejorar la regulación durante la veda electoral?
Arturo Espinosa:
Yo creo que la regulación siempre podemos mejorarla. Siempre podemos buscar ser más precisos. Sin embargo, mientras no haya un compromiso democrático en nuestro actores y actoras políticas, no habrá posibilidad.
Me parece que el problema no está en la ley. Puede haber una ley más restrictiva o una más permisiva, pero el problema está en que no les importa pasar por encima de las reglas.
Quieren más restricciones “para el de enfrente”, pero “a mí lo más flexible posible y yo me voy a saltar la ley”.
Me parece que el problema es de una carencia de cultura democrática respecto a la ley. No tanto de que tengamos más y mejores leyes.
De hecho, en materia electoral somos uno de los países del mundo con las leyes más avanzadas. Sin embargo, eso no es suficiente, porque aún así a nuestra clase política lo que más le importa es pasar por encima de ella para su propio beneficio.
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