La colección de Dior “Crucero 2024”, presentada en CDMX, causó indignación en redes sociales por abordar el feminicidio de manera insensible.
Conoce la historia de “Crucero 2024”
Diana Gutiérrez
Christian Dior, casa de moda francesa conocida por su estilo extravagante y por ser una de las marcas más lujosas del mundo, presentó su última colección ‘’Crucero 2024’’ en el Colegio de San Ildefonso en la Ciudad de México, sin embargo, la temática que abordó dio mucho de qué hablar.
Esta colección realizada por la diseñadora italiana, Maria Grazia Chiuri, aborda dos temas de importancia social en México: Diseños artesanales y violencia de género.
En el desfile se presentaron una serie de prendas que de acuerdo con la autora, tomaron como inspiración a la cultura mexicana y utilizaron técnicas nacionales. En colaboración con un pequeño sector de artesanas mexicanas, además, la colección está inspirada en la pintora Frida Kahlo.
Pero, ¿fue plagio, apropiación cultural o colaboración?
Para la historiadora Nayma Flores de Melodrama, medio dedicado a la inclusión y democratización de la moda en México, lo que Dior hizo se puede denominar cómo ‘’extractivismo epistémico’’.
Muy inteligentemente se acercaron a los artesanos e hicieron que ellos mismos tomaran el textil o el bordado y lo reinterpretaran como Dior quería. No trabajaron de una manera horizontal. Se les siguió viendo como mano de obra barata, pero también como portadores de un conocimiento que Dior podía explotar. Lo que hace el extractivismo epistémico es interesarse en él, extraerlo y contextualizarlo de otra forma. En el caso de Dior, bajo el lujo y vendiéndolo en dólares.
En la pasarela se puede ver a modelos desfilando con huipiles de cadenilla, técnica que está presente desde hace un siglo en el Istmo de Tehuantepec. Y que se caracteriza por recrear la cosmovisión de la comunidad con patrones geométricos.
Este tipo de bordado es el que utilizaba la pintora Frida Kahlo, razón por la que distintas personas, tanto en México como en otros países se han dedicado a plagiar y comercializar las prendas. Así lo detalló Manuela Cortés de Cadena Cadenilla, grupo dedicado a la creación de huipiles bajo ésta técnica de bordado.
Sin embargo, nosotros en el Istmo de Tehuatepec, actualmente enfrentamos un problema de plagio a nivel local. Llegaron hacia unos años, sobre todo a la zona mixe, unas máquinas programables. Que traen diseños que imitan los patrones geométricos que se han preservado en los huipiles que han usado durante tanto tiempo las mujeres. Estas personas programan la máquina de manera que se borda de un solo lado. Imita sobre todo las más evidentes, las que son rombos o las que parecen como rejitas.
Con ‘’Crucero 2024’’ Dior no se inspiró en estos bordados ni innovó en diseños. Realizó prendas casi exactas a las creadas en las comunidades mexicanas, comenta la creadora.
El huipil de cadenilla que se presenta es un huipil apegado a la costumbre del Istmo. Es una pieza rectangular larga, bordada. Se hace un cuello y se dobla haciendo un pequeño rectángulo que cubre el torso. El hecho de que este huipil entre en una pasarla de Dior no se va reflejar en ventas de este huipil. Más allá de reflejar más ventas para las maestras y los maestros que tejen y bordan. Más bien se va traducir en el mundo del fast fashion.
Por la complejidad que implica crear una sola prenda, los artesanos no pueden competir con grandes empresas multinacionales.
Se usa una máquina para hacer la puntada, pero se ocupa el conocimiento geométrico de la creadora, del creador y sus manos para ejecutar una serie de movimientos. Y procurar el material mientras se está bordando. Este proceso puede llevar desde una semana hasta un par de meses, dependiendo la complejidad de la cadenilla. Si Dior se vuelve un gran comercial para el huipil de cadenilla es un mercado que en las comunidades simplemente no se puede alcanzar porque las producciones son muy pequeñas.
Para finalizar la pasarela se realizó un performance a cargo de la mexicana Elina Chauvet. Creadora de la manifestación en espacios públicos ‘’Tacones rojos’’, proyecto artístico que pone en espacios abiertos pares de zapatos teñidos de rojo que representan a cada mujer desaparecida o víctima de feminicidio en el país.
En esta ocasión, la intervención de Chauvet se trató de un desfile de moda con ‘’Canción sin miedo’’ de Vivir Quintana sonando de fondo. En un escenario en el que las modelos caminaron utilizando vestidos blancos con frases en color rojo con ‘’mantenida’’, ‘’gorda’’, ‘’retrasada’’, para señalar las palabras machistas con las que viven las mujeres en México.
Sin embargo, ‘’corre por tu vida’’ fue la frase que más ruido causó. Debido a que en un país donde ocurren 10 feminicidios al día resulta poco empático comercializar con una realidad tan violenta que viven miles de mujeres. Y donde las cifras de violencia de género aumentan cada día.
Marisol Calva, feminista, activista y especialista en politicas públicas y genéro, mencionó que Dior intentó hacer una protesta social pero su ejecución fue incongruente, además, recordó que la finalidad de las protestas es incomodar y señalar las fallas del Estado y el performance no lo logró.
Sin embargo, lo que vimos en Dior fue el intento por hacer un problema social algo aesthetic. Trivializó y romantizó un problema que es muy severo y profundo en México. Lo vimos a través de mensajes como “corre por tu vida” en tacones. Como si las víctimas de feminicidio en México no hubieran corrido y luchado por sus vidas.
De forma paralela, destacó que las ganancias obtenidas de esta colección no tienen una finalidad social para mitigar la violencia de género y detalló que los feminicidios del país no son un espectáculo de moda.
Así se ve un feminismo blanco, sin conciencia de clase, que lucra con el dolor para montar un show y generar ganancias monetarias. Todas las marcas deben entender que ni el feminismo ni sus demandas son una cuestión de marketing. Se trata de algo que las mujeres queremos erradicar, no usar como una moda.
Finalmente, ante las críticas, María Grazia Chiuri ha dedicado los últimos días a compartir mediante sus redes sociodigitales quiénes fueron los artesanos que participaron en el proyecto, así como la historia de los textiles y técnicas de las prendas mexicanas.
Sin embargo, distintos creadores expresaron a través de internet que se sienten preocupados porque solo una pequeña cantidad del gremio autorizó que Dior utilizara los textiles y diseños de comunidades enteras que no sabían del proyecto.
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