Una publicación a cargo de la Universidad Cambridge muestra cómo Coca Cola pagó a científicos para que la desvincularan con el aumento de la obesidad en la población.
Noticias IMER
Un artículo publicado esta semana dio a conocer cómo Coca Cola financió las carreras de académicos de la salud para que éstos dijeran que sus productos no tienen relación con el incremento de obesidad en la población y en su lugar culparan a la falta de ejercicio.
Académicos de ciencias sociales y salud pública de distintos países realizaron un análisis de 18,030 páginas de correos electrónicos entre Coca Cola y académicos de la salud que dirigían la Red de Equilibrio Energético Mundial, una organización disuelta en 2015 que realizaba investigaciones sobre las causas de la obesidad. El artículo fue publicado en la revista Public Health Nutrition, a cargo de la Universidad Cambridge de Inglaterra.
Los correos electrónicos fueron obtenidos a través de solicitudes de información realizadas entre 2015 y 2016 por una organización de consumidores y la salud pública.
El análisis concluyó que Coca Cola utilizó una serie de estrategias, prácticas y mecanismos para influir en los académicos y ellos, a su vez, promovieran los intereses de la empresa. Entre esas tácticas estaba el facilitar una red de contactos en la política e iniciativa privada que favorecerían la carrera de estos investigadores, dar fondos a la organización y crear vínculos amistosos entre directivos de la compañía de bebidas azucaradas y los académicos.
Otra de las conclusiones es que Coca Cola hizo importantes esfuerzos para que no se supiera que la compañía los financiaba mediante la diversificación de los asociados.
Con anterioridad, otros estudios han mostrado que cuando agentes de la industria alimentaria financian la ciencia, los estudios que elaboran dan conclusiones favorables para esas empresas. Es decir, la falta de independencia sesga las investigaciones.
Los estudios donde hubo financiación de la industria alimentaria son polémicas porque contrastan con las pruebas de que las bebidas endulzantes aumentan la obesidad infantil.
El artículo de Cambridge no es el primero en revelar que Coca Cola pagó a investigadores para que la favorezcan. Incluso el periódico New York Times denunció este tema en 2015.