Un estudio llevado a cabo por científicos españoles encontró que, en ciertos tipos de cáncer de mama, la quimioterapia puede ser reemplazada por un tratamiento biológico.
En el estudio, publicado en la revista The Lancet Oncology, y presentado en el congreso mundial de cáncer de mama en San Antonio Texas, Estados Unidos, participaron 106 pacientes de 21 hospitales españoles durante un año y medio.
Los resultados demostraron que la combinación de un fármaco y un tratamiento hormonal tiene una eficacia similar –como coayduvante– a la quimioterapia.
Las pacientes que podrían beneficiarse son aquellas con cáncer de mama hormonosensible (que representa el 70 por ciento de los cánceres de mama) con un alto riesgo de desarrollar metástasis en los siguientes 10 años.
El tratamiento consiste en tomar dos pastillas por seis meses, con algunas semanas de descanso.
Para los pacientes, las ventajas de eliminar la quimioterapia son innumerables: no se les cae el pelo, tampoco tienen náuseas, vómitos o diarreas.
El tratamiento podría estar disponible para el público en los próximos tres o cuatro años.