Paréntesis transmitido 12 de marzo del 2020.
En Kenia, dos de las últimas jirafas blancas fueron asesinadas por cazadores furtivos.
Se trata de una madre y su cría, que habían sido vistas con vida por última vez hace cuatro meses.
Estos animales obtuvieron su coloración blanca derivado de un leucismo, una condición genética que no permite a las célulsa de la jirafa producir pigmentación.
La noticia ha causado gran indignación en en ese país y en el mundo, pues además de que los cuerpos fueron hallados con heridas de arma de fuego, también se trata de una especie que actualmente se encuentra en peligro de extinción.
Lo más preocupante de esta noticia es que tras el asesinato de estas dos jirafas blancas, ahora sólo sobrevive un único ejemplar en todo el mundo: un macho.
La muerte de las jirafas supone un golpe a los pasos por la comunidad para conservar especies excepcionales y únicas, y una llamada de atención para un apoyo continuo a los esfuerzos de conservación.