En la Ciudad de México, 6 de cada 10 personas llegan tarde a recibir atención médica y la ocupación de camas con ventilador alcanzó 71%, informó el director del Centro Nacional de Programas Preventivos y Control de Enfermedades, Ruy López Ridaura.
Adriana Esthela Flores
Casi la mitad de pacientes de Covid-19 que requieren hospitalización llegan tarde para la atención médica, reveló un análisis del Instituto Nacional de Salud Pública.
En el Informe Diario de Salud, el director del Centro Nacional de Programas Preventivos y Control de Enfermedades, Ruy López Ridaura, publicó el estudio que indica que si un paciente que requiere hospitalización tarda cinco o más días en acudir al centro de salud, su riesgo de muerte aumenta a 150 por ciento. A nivel nacional, en la última semana, el 48 por ciento de esta población llegó de manera tardía y el tiempo que pasó desde que sintieron síntomas aumentó de tres a cinco días. Por ello, el funcionario lanzó un exhorto a la población de riesgo.
«Que si tienen estos síntomas: baja saturación, disnea, tienen que acudir de manera rápida y esto va a disminuir, una vez que acuden rápido, su riesgo de muerte. Si acuden tarde, y más con síntomas de alarma, las posibilidades de tener un desenlace fatal son mucho más altas: más del doble».
Ruy López Ridaura, director del Cenaprece
En el caso de la Ciudad de México, la situación es más grave, ya que seis de cada 10 pacientes que requieren hospitalización llegan tarde y su tiempo de demora es de cinco días y medio.
A esto se suma que la ciudad tiene una ocupación de 83 por ciento en camas generales y 71 en camas con ventilador. El funcionario detalló que una de las causas de la llegada tardía a hospitales, es la distancia a los centros de salud y la otra, el temor.
Según el último reporte de la Secretaría de Salud, el número de casos estimados de Covid-19 aumentó diez por ciento de la semana 48 a la 49. La cifra de casos acumulados es de un millón 250 mil 44, 86 mil 911 de ellos activos y 113 mil 950 defunciones.
Hay tres estados en alerta amarilla, tres en verde, 24 en naranja y dos en rojo. Ante esta situación, López Ridaura insistió en el llamado a no realizar reuniones ni posadas.
«Bueno, si somos miles de casos, una fiesta de 30 personas ¿qué puede pasar? Son eventos que dispersan, porque esas personas vienen de 30 0 20 diferentes núcleos familiares, esos núcleos familiares tienen 5 o 6 personas, 10 personas, cada una de ellas tiene un trabajo; eso se multiplica. La red de personas que es esas fiestas están coincidiendo es amplia, por eso no es momento de hacer fiestas».
Ruy López Ridaura, director del Cenaprece