Nunca se dio mantenimiento a las cámaras ubicadas en las inmediaciones de la bodega de la farmacéutica Novag Infancia, de donde fueron robados casi 38 mil medicamentos oncológicos.
Adriana Esthela Flores
Seis meses antes del robo de medicamentos oncológicos de una bodega en la alcaldía Iztapalapa, un equipo de cámaras de seguridad que el anterior gobierno de la Ciudad de México había instalado en una empresa contigua, dejaron de funcionar.
Mario Amezcua, propietario de la empresa Egermex, ubicada junto a la bodega donde ocurrió el robo el pasado 4 de octubre, mostró a IMER Noticias el equipo que la anterior administración instaló como parte de un programa de seguridad vecinal. El equipo consiste en cuatro cámaras, un receptor y un monitor. Para la investigación del robo, dos cámaras habrían sido útiles: una, con vista a la calle Privada de Pastores y otra, que enfocaba a la entrada de la empresa Novag Infancia SA de CV, ubicada en Antiguo Camino a Culhuacán número 100, colonia Santa Isabel Industrial. Pero entre marzo y abril, ya no funcionaron.
«El gobierno, hubo un programa el sexenio pasado que colocó cámaras pero nomás las colocó y nunca les dieron servicio ni nada y ya no sirven. En la pantalla, en el monitor se empezaron a apagar, como tenemos servicio de mantenimiento de otras cámaras nos dijeron que por las lluvias se habían estado mojando. Les dijimos que vinieran a verlos y no volvieron a venir».
Mario Amezcua, empresario
Para contar con el equipo, Amezcua debía garantizar a las autoridades tener Internet las 24 horas, electricidad y un espacio físico para el monitoreo. Años antes, en su oficina, el gobierno también instaló una de las 500 mil alarmas vecinales con las que buscaba aumentar la seguridad en la alcaldía, la zona de mayor incidencia delictiva en la capital del país.
Amezcua, quien trabaja en la zona desde hace 40 años, afirma que nunca ha solicitado apoyo policial, aunque ha enfrentado algunos robos.
«Muy preocupante porque no habíamos sabido de un caso similar, siempre ha habido robos en menor escala, aquí por lo regular se roban lo que deja uno afuera en la calle, no al interior y menos por una banda organizada; eso jamás se había dado alrededor».
Mario Amezcua, empresario
Por ello, instaló 16 cámaras de seguridad para vigilar su fábrica, que tiene varias entradas. Así, pudo ver que en los días previos al robo de 37 mil 956 piezas de medicamentos, hubo un movimiento constante de tráileres en la bodega contigua que, dijo, es rentada por la empresa Novag desde hace dos años.
«Estaba lleno de tráileres, cargaban y descargaban allá con consentimiento de ellos y había tráfico tremendo, en lo que hacen maniobra; el jueves y viernes hubo mucho movimiento de ellos, como nunca. Diez trailers parados, nunca había pasado eso».
Mario Amezcua, empresario
Amezcua se dio cuenta del robo hasta el martes 6 de octubre, cuando elementos de la Guardia Nacional llegaron hasta su oficina para preguntarle sobre los hechos del domingo. El empresario consideró que un robo de tal magnitud solo pudo ser posible con la participación de trabajadores al interior.
«Es a fuerza que hubo alguien adentro que les dijo cuando estaba el material, cómo estaba disponible, no lo pudieron haber hecho a mano, tuvieron que echar montacargas y no cualquiera sabe las mañas a los montacargas que maneja cada empresa. Alguien les tuvo que decir donde estaba la mercancía, cómo estaba acomodada, cómo iban a cargar, etcétera».
Mario Amezcua, empresario
Desde el lunes 5 de octubre, guardias privados a bordo de dos vehículos vigilan la entrada de la bodega, ubicada en una calle que, de acuerdo con vecinas y trabajadores, es una zona con baja incidencia delictiva. De hecho, en este 2020, la Fiscalía de Justicia de la Ciudad de México inició 94 carpetas de investigación en la colonia Santa Isabel Industrial, en su mayoría por robo a negocio sin violencia. La colonia ocupa el lugar número 63 en incidencia delictiva de Iztapalapa, mientras que en los primeros lugares están la Central de Abasto, Lomas de San Lorenzo y Desarrollo Urbano Quetzalcóatl.
El vigilante de una de las múltiples bodegas que hay en esta zona contó a IMER Noticias una versión de los hechos, a partir de las cámaras de seguridad de la empresa donde trabaja.
El hombre contó que el robo empezó a las 3:22 de la madrugada, cuando tres hombres llegaron a pie por la calle Campesinos y otros dos por la calle Arroyo Tláloc. Después, llegaron tres automóviles: un Versa blanco, uno crema y otro rojo, que se quedaron afuera del inmueble. Luego, llegó una vagoneta blanca, cuatro vehículos de carga y una camioneta de redilas. En el lugar, había cuatro vigilantes quienes fueron encerrados en un cuarto hasta las 8:45 de la mañana cuando, dijo el testigo, terminó la operación.
La comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) fue notificada del robo hasta el 7 de octubre. El día 9, emitió la alerta sanitaria respecto al hurto de las medicinas fabricadas por el Laboratorio Kemex.
«En los productos reportados como robados, no se garantiza la calidad y seguridad de los medicamentos, ya que se desconocen las condiciones de almacenamiento y transporte».
En un comunicado del 12 de octubre, la Fiscalía detalló que el robo fue reportado por el vigilante del lugar el día 5 de octubre. El Ministerio Público de la Coordinación de Investigación Territorial Iztapalapa 4 inició la carpeta de investigación correspondiente y dio parte a agentes de la Policía de Investigación y peritos de la Coordinación General de Investigación Forense y Servicios Periciales.
De acuerdo con la indagatoria, varios hombres con el rostro cubierto habrían llegado hasta el almacén donde se resguardaban las medicinas, donde amagaron a los empleados para llevar a cabo el robo. Según la fiscalía, ya hay avances en diversas líneas de investigación para identificar y ubicar a los probables participantes en el delito de robo calificado.
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