A 150 años de la muerte del expresidente Benito Juárez, especialistas coinciden que es un símbolo de heroísmo y ejemplo de político para los partidos de todos los colores.
Escucha este trabajo sobre los ideales de Benito Juárez.
Aura García
Diputados federales de fuerzas políticas tan distintas como el PRI, PAN y Morena aseguran profesar y ejercer principios juaristas.
En el marco de su 150 aniversario luctuoso y algunos de ellos, incluso, afirman que cualquier político mexicano debería aspirar a parecerse al expresidente.
Para los especialistas esto se debe a la plasticidad que tiene el símbolo de Benito Juárez.
Por ejemplo, Antonieta Ilhui Pacheco, académica de la UAM Iztapalapa, afirma que el exmandatario engloba un conjunto de valores que responden a los ideales de la política y que fueron mitificados en su persona luego de su muerte.
“Es una figura muy importante en el sentido de que agrupa, de alguna manera, la mayor parte de los valores que promueven el liberalismo del siglo XIX. Los símbolos que puede representar pueden ser empleados por todos en algunos momentos de la vida política, porque finalmente la historia tiene un uso popular. De manera que podríamos decir que tiene como mucha plasticidad su símbolo para poder ser empleados por varios”.
Antonieta Ilhui enlista los siguiente valores asociados con Benito Juárez:
- El progreso social.
- La defensa de la justicia.
- La idea de abolir privilegios.
- Además, ostenta el orden y el poder en un contexto de guerra y conflicto.
Además, dos ejes rectores de su ideología son la idea de la legalidad y el respeto a la constitución.
Benito Juárez visto desde el PAN
Para el legislador federal del PAN, Jorge Triana, en su partido son –en extremo– respetuosos de la ley y están interesados en el bienestar común, tal y como lo dicta la lógica juarista.
Otro de los pilares de la ideología del político es la separación de Iglesia- Estado con una filosofía laica, soberano e independiente.
Jorge Triana respeta esta división, pese a la postura de su partido, porque así lo marcan sus estatutos.
Además, acusa al presidente Andrés Manuel López Obrador de no tomar en serio este precepto e incurrir en constantes contradicciones.
“Yo te diría que sí, que el aporte del presidente Juárez lo que tenemos todo en el imaginario el más relevante es la laicitud del Estado. Aquí también debo decirlo, lamentablemente esta laicitud del Estado no la honra el presidente Andrés Manuel López Obrador. Mira que te lo dice un panista. Vemos en el aniversario de la consumación de la Independencia a un sacerdote católico como orador principal. Se le abren espacios en Palacio Nacional a la Iglesia evangélica. Vemos que el presidente de la República tiene citas bíblicas en sus discursos. Vimos que repartió una cartilla moral, una serie de acciones contrarias al estado laico juarista que desde mi punto de vista es el principal aporte de este presidente”.
Además, relaciona un principio de la doctrina del blanquiazul “el respeto a la dignidad humana” con el apotegma juarista del “respeto al derecho ajeno es la paz”, pues considera que son compatibles.
“Históricamente se nos ha estigmatizado a los panistas como contrarios a estos principios, aunque no sea así”.
Sin embargo, la doctora en Historia, Irma Hernández, apunta que tal afirmación no es fortuita y evoca un momento clave del panismo: la llegada de Vicente Fox a la presidencia.
“Lo primero que hace el entonces presidente Vicente Fox es que llega y quita el cuadro con la imagen de Juárez. Lo desecha. Entonces, cuando Fox va a la Cámara, los legisladores le gritan ‘Juárez, Juárez, Juárez’. El contesta ‘Juárez está bien, pero a mí lo que me interesa es Madero’. Y aquellos que no se identificaban con el panismo, y que eran ubicados como el grupo de izquierda, encabezados por Andrés Manuel López Obrador, retoman la figura que había sido tirada por el PAN y la hace suya”.
Emblema del partido
La diputada federal Ivonne Cisneros, y presidenta de la Comisión Nacional de Encuestas en Morena, apunta que su partido replicó los ideales de Benito Juárez.
Asimismo, destaca que su ideología es ejemplo de lucha contra el conservadurismo, pues desarmó el control que ejercía el clero en y el poder económico-corporativo.
“Es fundamental para la Cuarta Transformación, la vocación de servir al pueblo es lo que nos guía y justamente es lo que guio también a Benito Juárez. No es fácil porque por décadas abandonamos la participación real y los Gobiernos utilizaron al pueblo e instauraron mecanismos de corporativismo. Además, nos enseñó algo muy importante, que para defender a la patria de los conservadores, no basta con despachar en un escritorio. Él demostró que se puede gobernar desde cualquier rincón de la patria y que lo importante es estar cerca del pueblo y fue junto con su gabinete extraordinario estratega”.
Para Cisneros, el expresidente Juárez no sólo guía su actuar como militante de un partido, sino sus convicciones personales.
En tanto, el senador Eduardo Ramírez, expresidente de la Mesa Directiva del Senado, considera que Morena y López Obrador continúan con la transformación de México que inició con la Independencia y que impulsó más adelante Benito Juárez mediante las Leyes de Reforma.
Para el morenista, el Benemérito tomó decisiones controversiales, como el fusilamiento de Maximiliano, pero que siempre estuvieron respaldadas por la ley, lo que les sirve de ejemplo hoy en día.
Asimismo, enfatizó que el expresidente mandó un mensaje a gobiernos extranjeros sobre la independencia del país.
“Yo creo que Benito Juárez mandó señales para el futuro de México en razón que nuestro país jamás aceptaría la intervención de una potencia extrajera y esto sienta un precedente. Una decisión que marcó un antes y un después. Precisamente, la política de Morena es que la mejor política exterior es la del respeto y deja que cada país resuelva sus asuntos democráticos, políticos y sociales. Incluso, cuando se pone en riesgo la seguridad de un país, por su forma democrática serán los propios ciudadanos quienes deben resolverla en primera instancia”.
Manzana de discordia
Los morenistas dicen enarbolar el legado del presidente Benito Juárez y consagrar en su labor diaria los principios de libertad e independencia.
No obstante, priistas como la diputada federal, Cynthia López Castro, afirman que su partido también promueve sus ideas.
La legisladora advierte que su figura debería ser pilar para todo aquel que se dedica a la política o que aspira a hacerlo.
“Creo que hoy, en el caso del PRI, le tenemos mucho más respeto al Estado laico, al estado federalista y la autonomía presupuestal de los estados. Hemos seguido principios juaristas y no se puede jactar el gobierno de decir que son los únicos que siguen a Juárez. Creo que es ejemplo para todos los mexicanos y por supuesto que lo seguimos no sólo en la devoción sino en el pragmatismo. Sabemos que Juárez fue un hombre, honesto, de principios y de valores. Yo creo que la aspiración de todos los políticos debería ser la de seguir los principios juaristas”.
Para la legisladora, el principio de la austeridad republicana debería regir la vida política en el país.
De acuerdo con la investigadora Hernández, muchas frases y discursos del símbolo juarista son empleados a conveniencia y tergiversados. Sin embargo, la austeridad es uno de los más fieles.
Ella hace énfasis en que el político se caracterizó por no haberse enriquecido con el erario. En sus 15 años en la presidencia, en el siglo XIX no había recursos que gastar o dilapidar.
No obstante, Antonieta Ilhui sugiere que una gestora relevante en el manejo de los recursos fue su esposa.
El uso de la historia
La doctora Irma Hernández apunta que Benito Juárez siempre ha sido polémico en el terreno de la política, pero que el Estado ha intervenido en distintos momentos para ensalzar su figura.
Por ejemplo, Porfirio Díaz resaltó su papel en el primer centenario de su nacimiento y el presidente, Luis Echeverría, recurrió a su figura, en su centenario luctuoso, para conseguir unidad nacional en medio de una crisis.
Juárez y otros personajes forman parte de los rituales cívicos, que nacieron en el siglo XIX, y que usa el poder para enviar un mensaje y defender posiciones.
“El poder construye un ritual político, donde intentan transmitir valores cívicos, muchas veces dramatizados y por lo general transformados en espectáculos. Forman parte de una tradición cívica, por parte del Gobierno. Sin importar facciones, mediante la que intentarán cimentar y justificar, bajo ciertos elementos, su actuar político e ideológico. Entonces, se rescatan personajes o se olvidan dependiendo de la función que se necesite cumplir”.
Te recomendamos: