Ante la desaparición de la beca Sener-Conacyt, becarios en el Reino Unido aseguran que lo que más les preocupa, es no poder concluir sus estudios en el extranjero porque al no poder titularse, se convierten en deudores ante la institución.
Amelia Rojas
Con ayuda familiar, ahorros, préstamos y trabajo temporal, han sobrevivido en el extranjero los últimos 6 meses los más de cien becarios del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología que no pudieron acceder este año a la beca Sener-Conacyt.
Esta beca, dependía del Fondo Sectorial Conacyt-Secretaría de Energía que desapareció en octubre del 2020, como parte de los 109 fideicomisos que el Gobierno Federal extinguió por decreto presidencial. En ese momento se informó que los investigadores y becarios no perderían el apoyo económico porque se regresaría el dinero con otros mecanismos, pero hasta el momento, eso no ha sucedido.
Se incrementan los adeudos
Marcos Cruz, estudiante de posgrado en Ingeniería en Durham, Reino Unido, relató en entrevista que no sólo se trata del apoyo económico para la manutención, sino de los pagos que se están adeudando en cada una de las universidades.
“Con algunos pagos, he planteado mi situación a la universidad y me han dicho que no me lo van a cobrar ahorita, se van a esperar a que se aclare la situación.
Con los ahorros que tenía he podido mantenerme, pero queda la incertidumbre si al final será suficiente lo que tengo ahorrado para cubrir esos costos adicionales que puede que tenga, según lo que resuelva la institución”.
José Luis Martínez, estudiante de posgrado en Ingeniería Ambiental en el Reino Unido comentó que han sido meses complicados en la espera de una comunicación favorable desde el Conacyt, en el que ha tenido que solicitar ayuda de su familia en México y se ha apoyado en su pareja económicamente, porque lo que ha logrado reunir con trabajo temporal apenas sirvió para pagar la inscripción de este año.
“En general, no es recomendable que como estudiantes de posgrado nos dediquemos a otra cosa que no sean nuestros estudios cien por ciento, pero siendo profesor, tomé algunas horas para ayudar a profesores y también me hice de un poco de ahorros, con eso pude pagar la inscripción del último año”.
No hay certidumbre ni comunicación con Conacyt
Paulina González, quien hace un posgrado en Desarrollo Internacional en Edimburgo, Escocia destacó que cuando se extinguieron los fideicomisos el año pasado, no hubo un mensaje claro por parte de Conacyt para saber si podrían aplicar al apoyo para extensión de beca que habían obtenido anteriormente.
Explica que eso los hubiera alertado para encontrar una solución antes de esta crisis.
“Hay casos que son mucho más complejos que los de nosotros, porque no solo tienen complejidades en términos académicos o profesionales, sino que también han sufrido muchas dificultades personales dependiendo de la pandemia, del aislamiento que se ha tenido en países de Europa a partir de la pandemia.
Tener también la presión de que ya se quiere terminar con sus estudios para regresar y decirle a Conacyt: muchas gracias por el apoyo que nos has dado, aquí está el título y va para el país.
Pero hemos estado viviendo en cierta incertidumbre y si se esperaría que Conacyt no diera un poco más de claridad”.
Esperan una solución desde el Conacyt
En una carta pública, los becarios afectados explicaron que Conacyt les planteó que mejor regresen a México, pero sin remuneración ni condiciones o equipo para concluir las investigaciones que realizan a partir de la beca que obtuvieron.
Los becarios consultados comentan que no tienen intenciones de llevar sus casos a la vía legal porque esperan que el Conacyt solucione de acuerdo con su propio reglamento, pero a todos les preocupa que avance la situación y no puedan titularse, porque con ello se convierten en deudores ante el Conacyt, como comenta José Luis Martínez.
“Finalmente si no nos quieren dar el apoyo económico, está perfecto, pero con todos los atrasos que sufrimos, por ejemplo dentro de 2 meses paso a ser deudor de Conacyt, porque no he liberado la beca, ellos no contestaron nunca mis peticiones y Conacyt nos da solamente un año después de que terminamos nuestros estudios para liberar del compromiso.
Si no lo hacemos, no podremos aplicar nunca para un puesto de investigador o dentro de la academia en México”.
Los tres estudiantes entrevistados desean volver a México con un título de posgrado, sin embargo, comentan que en el propio Conacyt no puede hacer la evaluación individual de sus casos porque aún se encuentra en las gestiones administrativas tras la desaparición de los fideicomisos, lo que les preocupa más porque no pueden tomar decisiones con respecto a su futuro.