Hay siete candidatos, pero tres tienen posibilidades más amplias de ganar. ¿Podrá el próximo gobernador resolver los problemas del estado?
Escucha la radiografía electoral de Baja California Sur.
Guadalupe Franco
Los turistas que visitan Baja California Sur en un año superan con creces a la población de la entidad, que no llega ni a un millón de habitantes.
En 2019, el estado peninsular de apenas 862 mil habitantes recibió cuatro millones de personas en sus cinco municipios, pero con la llegada de la pandemia de covid-19 las cifras dejaron de crecer y tan sólo en los primeros nueve meses de 2020 el estado dejó de recibir a 2.5 millones de turistas.
La recuperación del sector turístico será el reto del próximo gobernador de Baja California Sur, donde esta actividad que representa el 70 por ciento del PIB estatal se vio gravemente afectada, dice Martín Inzunza, columnista independiente en la entidad.
“Este estado vive evidentemente del turismo y del sector servicios, y las inversiones que hacen los tres niveles de gobierno son muy importantes, pero también las inversiones del sector privado en el ramo turístico. La construcción había despuntado en los últimos años, precisamente porque había inversiones de tipo inmobiliario, ya sea del turismo de playa o de personas de la tercera edad, que vienen de Norteamérica, y a partir de la pandemia, pues todos los indicadores cayeron”.
Con la caída del turismo también vino la del empleo. Entre 2019 y 2020, el índice de población económicamente activa disminuyó de 69.4 a 62.7 por ciento, una diferencia de 6.7 puntos porcentuales.
Pero los destinos turísticos no son lo único que han colocado a Baja California Sur en la mira internacional. En 2017, todavía en el gobierno del panista Marcos Alberto Covarrubias, la entidad registró un aumento del 500 por ciento en el número de asesinatos. Así lo recuerda, Juan Carlos Méndez, presidente de la asociación Medios Digitales del Pacífico.
“En el año 2017, que además fue el año más violento en La Paz y Los Cabos, y bajaron los índices, de haber todos los días más de cien homicidios dolosos a dos o uno. Y en esas circunstancias llegan en el tema de la violencia que se había desatado y convierte además a La Paz y Los Cabos, las cinco ciudades más violentas de América, incluso por encima de Caracas, Venezuela”.
En los últimos cuatro años, la incidencia de homicidios se redujo. Pasó de una tasa de 75.32 casos por cada 100 mil habitantes, en 2017, a 7.51 en 2020, de acuerdo con un análisis de la organización Cómo Vamos La Paz. No obstante, delitos como el robo, la violencia feminicida y las desapariciones sí han aumentado, explicó Martín Inzunza.
“Hubo un pico de feminicidios y ha habido desapariciones, eso sí, ya no hay ejecuciones pero hay desapariciones. Ha habido manifestaciones de familiares de desaparecidos. Entonces ahorita el principal problema de seguridad es ese, el robo a casa habitación y el robo menor por cuestiones de adicción o por cuestiones de necesidad”.
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En camino a las urnas
Dos coaliciones lideran las encuestas para gobernar Baja California Sur, una liderada por un excandidato y otra por el familiar de un exgobernador. En total, son diez los aspirantes que quieren el puesto.
Francisco Pelayo, entre familia
El candidato de la coalición “Unidos Contigo”, conformada por PAN, PRI, PRD, Partido Humanista y Renovación Sudcaliforniana fue presidente municipal de Comondú de 2015 a 2018, además se desempeñó como diputado federal por Baja California Sur.
De afiliación panista, Francisco Pelayo inició su carrera política en 2005 como coordinador de campaña de su tío Marcos Covarrubias, entonces candidato a presidente municipal de Comondú.
Entre las promesas del candidato que aventaja con 51 por ciento en las encuestas destacan: impulsar la salud pública mediante la telemedicina y la habilitación de centros médicos en barrios, además de promover la promoción turística del estado.
Víctor Manuel Castro, el viejo contendiente
Bajo la bandera de la coalición Morena y Partido del Trabajo, Castro busca en su tercera oportunidad regresar a la izquierda al frente del gobierno del estado, el cual ya fue gobernado por el PRD entre 1999 y 2011.
La primera vez que contendió lo hizo con la Alianza Popular Mexicana en la elección de 1987. Más tarde, en 2015, volvió a contender por Morena a la gubernatura del estado, elección en la que obtuvo 6 por ciento de los votos emitidos, es decir, siete veces menos de los sufragios arrojados en favor del actual gobernador Carlos Mendoza Davis.
El candidato morenista es el segundo en la lista de intención de voto, con un 30 por ciento y entre sus promesas para el estado están disminuir ocho por ciento el IVA, mejorar las cifras de empleo y recuperar la economía del estado.
Andrea Marcela Geiger, con experiencia ambiental
Amante de la naturaleza, así se autodefine la candidata de Movimiento Ciudadano al gobierno del estado. Es abogada por la Universidad Autónoma de Baja California y doctora en Ciencias Marinas y Costas.
En su trayectoria destaca la presentación de más de 80 proyectos de investigación en materia ambiental y desarrollo sustentable, dos temas que están presentes en sus propuestas para la entidad. Es la tercera en las preferencias electorales, a más de 20 puntos del abanderado morenista.
Los otros candidatos son Armida Castro, del Partido Verde Ecologista de México; Adonai Carreón, por el Partido Encuentro Solidario; Manuel Dersdepanian, por Redes Sociales Progresistas; Ernesto Ibarra, quien va abanderado por Fuerza por México, y Alejandro Lage por Baja California Sur Coherente.
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El desencanto ciudadano
Si hay algo que prevalece en las campañas electorales y que ha provocado el desencanto de la población son las constantes descalificaciones entre candidatos.
Fernando Becerra es conductor de Uber. Para él, las campañas políticas en el estado carecen de propuestas, pero abundan en desprestigios. Aún así considera que votar puede hacer un cambio en el estado.
“Cada vez hay más personas que pierden la fe en las elecciones, pero que al final del día terminan votando, eso espero, porque sí representan un cambio muy drástico en la sociedad y más en el lugar donde vamos a vivir. Ahorita el reto más grande que veo es que simplemente no hay propuestas, muchas campañas se están basando en desprestigio y eso no ayuda ni aporta nada a la sociedad”.
Las descalificaciones se observan sobre todo entre los candidatos punteros, explica Juan Carlos Méndez, presidente de la asociación Medios Digitales del Pacífico.
“Entre ambos hay señalamientos a ver quién es más corrupto. A Pancho Pelayo lo acusa el candidato de Morena, el tema de que el tío Marcos Covarrubias, cuando fue gobernador, se dice que en los contratos de obras, porque tiene una constructora Pancho Pelayo, se le dieron esos contratos a él. Y por otro lado a Víctor Castro se le acusa de ese desvío (de recursos) para construir una residencia en el Centenario, con vista al mar”.
Además de estos señalamientos, entre la ciudadanía preocupa la decisión del Instituto Estatal Electoral de entregar la licitación del Programa de Resultados Electorales al empresario Alonso Gutiérrez, simpatizante de Morena.
Habla Alan Flores, licenciado en Comunicación y habitante de La Paz, Baja California Sur.
“Hay que revisar el trabajo del Instituto, cómo se han venido otorgando estas licitaciones, con lupa, porque también no sabemos hasta qué grado pueda haber favoritismo, puesto que somos un estado muy chico. Entonces ese tema acota las opciones que hay, pero pudo haberse tenido otra decisión que no causara suspicacia”.
Para el arquitecto Abraham Almendáriz, muchos de los actuales aspirantes a la gubernatura son figuras políticas que no han dado resultados como servidores públicos.
“Muchos, pues han figurado dentro de varios partidos. Hay otros también que no tienen la experiencia suficiente o no hayan dado resultados, o simplemente no saben cómo realmente se encuentra la situación en el estado”.
El tema de acceso al agua potable de forma equitativa y justa para los sudcalifornianos es uno de los pendientes en Baja California Sur, que prometen solucionar también los candidatos a la gubernatura del estado.
La entidad es una de las que cuentan con menor disponibilidad de agua potable, pues sólo tiene 785 metros cúbicos al año, cuando el promedio nacional es de 4 mil 200, de acuerdo con el Inegi.
La crisis hídrica que afronta el estado, debido a la sobreexplotación de sus principales acuíferos, la proliferación de proyectos mobiliarios y las concesiones hidrológicas, se agudiza aún más por sus condiciones climáticas y geográficas, aunadas a las fallas de infraestructura y en el sistema de distribución.
Los ciudadanos coinciden que la generación de empleo y garantizar el acceso al agua son los temas que deben ser atendidos por quien gane la elección, además de promover acciones de apoyo a los jóvenes, quienes representan más del 30 por ciento del padrón electoral en Baja California Sur, conformado por 563 mil 261 personas.
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