Cuatro horas de balaceras se registraron en Culiacán, Sinaloa, entre comandos armados y autoridades federales, quienes detuvieron, y posteriormente liberaron, a Ovidio Guzmán López, hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera.
La detención del hijo del narcotraficante por parte de elementos de la Guardia Nacional y de la Sedena desató enfrentamientos en diferentes puntos de esa ciudad, así como bloqueos de calles y carreteras con vehículos incendiados.
Mientras continuaba el intercambio de fuego se registraron un enfrentamiento y una fuga de 51 reos del penal de Aguaruto, uno de los cuales murió en un enfrentamiento.
Por la noche, el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana , Alfonso Durazo, refirió que, al verse rebasados, «suspendieron las acciones»…
Esta mañana de viernes (18 de octubre) el secretario de la Defensa, Luis Cresencio Sandoval, informó que los hechos de violencia en Culiacán, Sinaloa, fueron producto de una acción directa para capturar a Ovidio Guzmán López, con fines de extradición.
Admitió que «fue una acción precipitada y mal planeada» por parte de elementos del Ejército mexicano, que puso en riesgo a la sociedad civil; agregó que los efectivos que iban a ejecutar la orden tampoco previeron la reacción y las consecuencias de los civiles armados.
Víctor Raúl Ramírez con el reporte…
Ante la pregunta de una reportera sobre si está dispuesto a renunciar, el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Alfonso Durazo, dijo que no tiene problema en buscar otros horizontes. «Nosotros asumimos las decisiones cualquiera que sea la responsabilidad», expresó.
Más temprano, en su conferencia matutina, el presidente Andrés Manuel López Obrador sostuvo que las balaceras en Culiacán, Sinaloa, fueron una reacción violenta de delincuentes tras un operativo para la aprehensión de un «presunto delincuente».
El mandatario dijo que avaló las decisiones del gabinete de seguridad durante los hechos de ayer porque «no puede valer más la captura de un delincuente que la vida de las personas”.