Al menos cuatro farmacéuticas ya trabajan en una nueva fórmula para evitar la reducción de su efectividad ante la variante ómicrón.
Guadalupe Franco
En México y en el mundo, aún no está claro si la variante ómicron es más transmisible o grave en relación a otras variantes del virus Sars-Cov-2, como la delta.
Los datos preliminares indican que el riesgo de reinfección por ómicron puede ser mayor, por lo que las farmacéuticas ya alistan actualizaciones de las vacunas contra esta nueva variante.
Es el caso de la farmacéutica inglesa AstraZeneca, la cual trabaja ya en la actualización de su vacuna contra las variantes de preocupación delta y ómicrón, cuyo proceso será lento, anticipó Abraham Simón, fundador e investigador principal de Köhler & Milstein Research.
La plataforma que usó AstraZeneca para el desarrollo de su vacuna anticovid fue a través de vectores virales, los cuales utilizan virus de transporte, que son inofensivos para los humanos.
Esto permite llevar el material genético de la proteína Spike de Covid-19 a las células, donde multiplica las proteínas, desencadenando una respuesta inmunitaria en el organismo para que lleve la información, recordó el investigador.
¿En qué consistirá la actualización de la vacuna?
La actualización de su plataforma consistirá en insertar información de la mutación del virus Sars-Cov-2 a fin de inducir la respuesta inmunitaria para que los anticuerpos creados por la vacuna puedan reconocer y defenderse de Ómicron, explicó Abraham Simón.
Para ello, serán necesarios nuevos análisis clínicos, lo que no significa que se comenzará de cero, aseguró el también investigador Emérito del Hospital Agustín O’Horán.
En el caso de las vacunas anticovid de Pfizer y Moderna, que fueron desarrolladas bajo la plataforma de ARN mensajero, la actualización de la vacuna consistiría en modificar la secuencia del DNA que tienen las proteínas Spike de la variante ómicron.
Es la voz del doctor Rodrigo Jácome, integrante de la Comisión Universitaria para la Atención de la Emergencia del Coronavirus, quien señaló que esto es un trabajo relativamente sencillo, pues toda la plataforma ya está instrumentada.
Las vacunas, actualmente utilizadas, fueron diseñadas para el virus original y las primeras variantes, las cuales tienen ciertas proteínas y aminoácidos, expuestos al medio ambiente del organismo, que ya son reconocidas por el sistema inmune.
Sin embargo, la nueva variante, por contener distintas características en su estructura, no pueda ser reconocidas por el sistema inmune, ocasionando más casos de reinfección y contagios, aún en personas vacunadas, indicó Rodrigo Jácome.
Rodrigo Jácome recordó que diversas farmacéuticas como AstraZeneca, Moderna y Pfizer ya trabajan en la actualización de sus vacunas para combatir a ómicron, y en el caso de Pfizer ya se anunció que en cien días contará con un nuevo biológico.
No obstante, el investigador advierte que pasarán algunos meses para que la población pueda acceder a las nuevas vacunas, pues también se requieren de análisis clínicos, que si bien no serán completos, sí se requiere probar su eficacia.
“Será cuestión de contar con ellas, que nos empiecen a vacunar y ver en la vida real cuál será su efectividad.”
Frente al virus Sars-Cov-2, que cuenta con una amplia capacidad de mutación, las estructuras de las vacunas permiten también cambiar su combinación para generar mayor protección e inmunidad.
Sin embargo, debido a la velocidad con las que fueron creadas las vacunas anticovid, la evaluación sobre el tiempo que proporcionan inmunidad contra reinfecciones se analiza sobre la marcha actualmente.
Lo anterior no significa que sean ineficaces, pues aún siguen proporcionando protección e inmunidad contra formas graves del Covid-19, previniendo la muerte de más personas en el mundo.
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