El Cempasúchil es un elemento infaltable en las ofrendas y altares de las celebraciones de los Días de Muertos en México y, lejos de representar duelo y luto, simboliza alegría, es sinónimo de fiesta y según el sincretismo de la cultura mexicana, que une elementos de la cultura prehispánica y española, permite iluminar el camino de las almas de los difuntos desde el “más allá” para visitar a sus seres queridos. Marcos Romero nos habla de esta flor que no sólo tiene finalidades rituales sino también aplicaciones curativas e industriales.