La pobreza ha llevado a millones de mexicanos de distintas épocas a estar privados de una buena alimentación, vivienda digna, educación integral y de asistencia sanitaria eficaz, entre otras cosas, y, en cambio, se han hundido en la desnutrición, la marginalidad, la ignorancia, la insalubridad y las enfermedades.
María Dolores Lorenzo, especialista en política sociales de la Ciudad de México en el periodo prerrevolucionario, asegura que a pesar de haber evolucionado, la pobreza no se ha abatido ni se ha conseguido la democratización de una condición digna debido a que la brecha ha alcanzado dimensiones alarmantes en el mundo.