En los 35 países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) se incrementó 30%, entre 2008 y 2013, el presupuesto que las familias destinaron a la educación universitaria de sus hijos.
Lo anterior contrasta con la observación de la OCDE, donde señala que una de cada seis personas de 25 a 34 años no tiene estudios de bachillerato, mientras la tasa de desempleo entre los jóvenes que no cuentan con este nivel educativo alcanza 17.4 por ciento en promedio, en comparación con 6.9 por ciento de quienes, en el mismo grupo de edad, cuentan con estudios universitarios. Dicha situación influye negativamente en el crecimiento profesional. Escucha más sobre este tema.