El bienestar mental también contribuye a mejorar la preparación de los y las deportistas de alto rendimiento. Sin embargo, una tercera parte de ellos padece ansiedad o depresión.
Juan Pablo Vilchis
Una de cada cuatro personas en el mundo padecerá algún trastorno mental durante su vida, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud.
No obstante, la cifra es ligeramente mayor cuando se trata de atletas. Los últimos estudios de The British Journal of Sports Medicine expone que 34 por ciento de los y las deportistas padecen ansiedad o depresión, mientras que dos de cada diez sufren de alcoholismo.
Para la psicóloga y excoordinadora de la Clínica de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (CONADE), Nelly Flores, el deporte no está exento de los problemas mentales.
Entre los trastornos más comunes en los y las atletas están la ansiedad, la depresión post traumática, alteraciones en la conducta alimentaria, del sueño o abuso en el consumo de drogas.
“En ese sentido, no podemos considerar que los atletas se encuentran excluidos de estas probabilidades de padecer un trastorno mental, considerando que tienen que vivir ciertas exigencias dentro del contexto deportivo”.
Entrena tu mente
La mayoría de los y las atletas de alto rendimiento privilegian la salud física y nutricional. Sin embargo, la salud mental también influye en el rendimiento deportivo.
La presencia de los trastornos de salud mental puede aumentar el riesgo de lesiones o retrasar el tiempo de recuperación de las mismas según el tipo de deporte que practiquen.
La doctora Nelly Flores comparte las siguientes recomendaciones para que un deportista mejore su salud mental y compita al 100 por ciento en el nivel más alto.
1.- Aprender a identificar sus emociones
No invalidar tus emociones ni exentar los problemas de salud mental por considerarse más “fuertes” en todos los sentidos.
Como seres humanos todos estamos propensos a padecer algún trastorno mental. Tanto el atleta, como su equipo multidisciplinario tienen que aprender a identificar cuáles son las emociones que les afectan.
Además, de los aspectos que pudieran estar incrementando ese malestar emocional para trabajar en ello. También cuestiona si las emociones se presentan de manera constructiva o destructiva, si causan sufrimiento o no.
2.- Prevención
Reconoce que existen problemas de salud y enfrentalos.
Para reducir el riesgo de aparición de los síntomas de problemas de salud emocional, hay que nombrar las emociones, conocerse a uno mismo e identificar nuestros patrones conductuales y emocionales.
Hay que comenzar a trabajar con un especialista para minimizar el impacto o la gravedad de esa expresión emocional negativa.
3.- Buscar ayuda de un psicólogo deportivo
No temas a acudir con un especialista.
Al igual que las lesiones necesitan de la ayuda de doctores para la rehabilitación, tener una salud mental estable requiere de apoyo. Por ello, si tu equipo no cuenta con algún psicólogo solicitalo.
4.- Atender al atleta en los eventos de vida negativos
La pérdida de un familiar, amistad cercana, una ruptura amorosa o contar con una vida social limitada son factores que influyen en el estado de ánimo.
En estos casos, lo recomendable es brindarle apoyo desde su familia, equipo multidisciplinario, compañeros, psicólogo, médico fisioterapeuta, nutriólogo, entre otros. El objetivo es demostrarle su compañía.
5.- En caso de trastorno, tratamiento
Hay trastornos que requieren de ayuda clínica. Si el o la deportista necesita esta ayuda el equipo multidisciplinario debe buscar un especialista para aplicar un tratamiento que no interfiera con sus actividades deportivas.
Una vez recibido el tratamiento adecuado, hay que buscar la recuperación emocional y prevenir recaídas.
6.- Apoyar en la planeación de su carrera deportiva
Desde el desarrollo infantil hasta el momento del retiro, los y las deportistas requieren ayuda en el ambiente deportivo.
¿Cómo se ve el deportista a lo largo de su carrera? ¿Cuáles son los principales logros deportivos que ha obtenido o busca obtener? ¿Cuál será el momento de su retiro? Son las preguntas que tendrán que comentarse y analizarse en la relación psicólogo-atleta.
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