Fue detectada fosfina en las nubes de Venus, normalmente asociada a organismos vivos (y flatulencias humanas), lo que es un fuerte indicador de posible vida en ese planeta.
IMER Noticias
Un grupo de astrónomos descubrió en las nubes ácidas de Venus un gas llamado fosfina que indica que los microbios pueden habitar en el vecino inhóspito de la Tierra, un claro indicio de la presencia de vida más allá de nuestro planeta, según un estudio publicado el lunes en Nature Astronomy.
La “presencia aparente” de fosfina fue detectada en las capas nubosas de Venus y podría deberse a un fenómeno desconocido o a una forma de vida, de acuerdo a los científicos. Los investigadores señalaron que en la Tierra, la fosfina es producida por bacterias que prosperan en entornos sin oxígeno.
¿Qué significa un hallazgo como este?
Julieta Fierro Gossman, Investigadora del Instituto de Astronomía de la UNAM, explica que la vida en este planeta había sido descartada porque, pese a su similitud con la Tierra, tiene un fuerte efecto invernadero; todos sus mares se evaporaron y su temperatura es tal, que el plomo estaría fundido. En suma, las condiciones del planeta son tan hostiles que se había ignorado la posibilidad de vida ahí.
Sin embargo, en un observatorio de Hawai de pronto se descubre la presencia de fosfina en las nubes de Venus, lo que extraña a los investigadores puesto que es normalmente generada por flatulencias humanas o bacterias que mueren (de ahí el mal olor).
La fosfina también se produce en Júpiter, pero bajo condiciones sumamente distintas a las que existen en Venus y además se destruye rápidamente. Esto podría ser un indicador de presencia de microbios que se mueven en las nubes de Venus, donde la temperatura es menor.
Este descubrimiento implica que futuras misiones espaciales con tecnología actual tendrán a Venus como destino con la intención de averiguar qué es lo que está sucediendo, con sondas sumamente esterilizadas, puesto que si hay vida ahí, lo último que queremos es contaminarla.
Además, ofrece la posibilidad de una vida completamente distintas a las que hay en nuestro planeta y, por otra parte, de ser igual o muy parecida a la vida que conocemos, se abriría el cuestionamiento sobre cómo es posible que exista vida tan parecida en condiciones tan distintas y abre la opción de que existiera un proceso que diseminara vida por el universo.
¿Qué sigue?
Julieta explica que ahora vienen dos cosas: analizar la atmósfera con distintas técnicas de detección de moléculas para buscar más indicadores de vida y posteriormente enviar sondas que puedan tomar muestras de la atmósfera.
Julieta Fierro también habla de la importancia de acercar a las personas a la ciencia, maravillarlas, enfatizando cómo la ciencia acarrea avances tecnológicos.
“Es importante socializar el conocimiento, mostrando cómo la ciencia básica produce tecnología que termina siendo innovación: productos modernos multifuncionales relativamente baratos y que afectan cada vez menos a la naturaleza”.
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